- Es necesario contar con un sistema nacional de vigilancia de la salud pública para comprender las consecuencias de la violencia contra las mujeres y las niñas, determinar los costos asociados con la violencia y hacer el seguimiento del alcance, la cobertura y la calidad de la atención que reciben las supervivientes (Ellsberg y Arcas, 2001).
- Un sistema de vigilancia de la salud pública también puede contribuir a comprender la prevalencia e incidencia de la violencia contras las mujeres y las niñas, aunque es muy importante recordar que los sistemas de vigilancia basados en datos de prestación de servicios únicamente suministran información sobre las mujeres y las niñas que denuncian actos de violencia o solicitan ayuda al respecto. Muchas mujeres que son objeto de violencia o abuso no lo denuncian ni revelan a un centro de salud. Por consiguiente, los datos de prestación de servicios son más útiles para hacer el seguimiento de la demanda de servicios, la capacidad de respuesta de los proveedores de servicios y el número y alcance de los servicios prestados. La prevalencia se mide mejor mediante encuestas de población, como se describe en las secciones de realización de investigaciones, reunión de datos y análisis del módulo sobre elementos básicos de programación.
- Idealmente, la vigilancia se basará en un sistema nacional de reunión, seguimiento e informes de los datos sobre la violencia contra las mujeres y las niñas por un sistema de salud pública armonizado a nivel subnacional y local. La mejor forma de reunir datos es la electrónica, con almacenamiento en una ubicación centralizada.
- Para contribuir al sistema de vigilancia, todos los proveedores deberían usar registros médicos y sistemas de información normalizados sobre la violencia contra las mujeres y las niñas a fin de generar datos comparables, lo que significa que todos los organismos o instituciones deberían emplear formularios de ingreso del paciente y de otra índole que utilizaran definiciones de casos determinadas a nivel nacional y que documentaran información de casos semejantes (Kilonzo, 2008a). Todos los organismos o instituciones también deben tener un método para centralizar los datos y presentar informes al respecto que no guarde relación con los nombres u otros datos que permitan identificar a las supervivientes, a fin de garantizar su seguridad y la confidencialidad (Ellsberg y Arcas, 2001). Los formularios y métodos de recolección de datos no deberían ser innecesariamente complicados y debería impartirse capacitación a los proveedores de servicios de salud.
- Los datos reunidos a nivel de clínica u hospital deberían remitirse al nivel municipal, y de allí al nivel de distrito y por último al nivel nacional (Ellsberg y Arcas, 2001). Si bien es esencial que se encomiende a una oficina o institución designada a nivel nacional la supervisión del sistema de vigilancia, los datos no deberían analizarse solo a nivel nacional; también deberían realizarse análisis en los niveles de clínica, hospital, municipio y distrito para mejorar los servicios, elaborar los presupuestos y establecer la base de la planificación.
Ejemplo: En Belice, Guatemala y Panamá se ha establecido un sistema de registro único para que utilicen los profesionales de todos los sectores que tienen contacto con las víctimas de la violencia, como los Ministerios de Salud, los encargados de aplicar la ley, el sistema judicial y las ONG. El sistema también se aplica en los informes de los médicos forenses. En Belice el Ministerio de Salud es responsable de la consolidación, el procesamiento y el análisis de la información proveniente de esos sectores y luego la transmite a otros ministerios pertinentes. En Panamá la información se envía al Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses para el análisis.
La experiencia adquirida en este enfoque indica que los sistemas de información y vigilancia son una parte esencial del enfoque integrado sobre la violencia de género y no deberían funcionar aisladamente del desarrollo de los servicios. Para que el sistema de presentación de informes funcione, y antes de ponerlo en marcha, es importante elaborar normas y protocolos para la detección y la atención de las mujeres afectadas y capacitar a los proveedores en su uso correcto. El personal no capacitado podría causar daño a las mujeres formulando preguntas sobre la violencia de forma insensible y que les haga sentir culpables.
Además, los sistemas de información solo son válidos si los datos se utilizan para mejorar los servicios. No solo es un despilfarro de recursos, sino que no es ético reunir información o detectar activamente la violencia con el único propósito de reunir información, si no se ofrecen servicios a cambio.
Fuente: Extraído de Velzeboer, M., Ellsberg, M., Arcas, C., y García-Moreno, C., 2003. La violencia contra las mujeres: responde el sector salud. Washington, DC: OPS, págs. 55 a 57.
Ejemplo: El Departamento de Valle del Cauca (Colombia) elaboró un sistema de vigilancia con el apoyo de la Secretaría de Salud del Departamento utilizando recursos del plan básico de salud asignados al fortalecimiento del sistema de presentación de informes municipales y la respuesta a la violencia doméstica. Gracias al sistema de vigilancia activa, en ese municipio de 185.000 habitantes se incrementó el número de casos documentados de violencia contra mujeres y niñas de 192 en 2002 a 1.059 en 2004, es decir, se quintuplicó el número de casos denunciados en un período de tres años. También mejoró la fiabilidad y validez de los datos. Las estrategias aplicadas incluyeron las siguientes: la puesta en marcha de un sistema de presentación de informes y de análisis normalizado y digitalizado en conjunto con actividades de promoción entre los responsables comunitarios de la adopción de decisiones; el fortalecimiento de las redes interinstitucionales de atención; la celebración de consultas para la elaboración de diagramas de movimiento internos; la concienciación y capacitación de equipos de redes encargados de proveer atención de la salud en casos de violencia doméstica y el apoyo a las iniciativas de mejora de la prevención de la salud pública.
El sistema sirvió para mejorar los servicios dirigidos a las supervivientes. El proyecto se puso en marcha por etapas, incorporando centros de salud gradualmente durante tres años. El sistema utilizó referencias geográficas y trazó un mapa de los sitios en que se registraron casos de violencia contra mujeres y niñas, elaboró una estrategia de prevención para la detección temprana de la violencia contra las mujeres y las niñas; desarrolló gráficos para la adopción de decisiones en cada institución; y creó un protocolo y un diagrama de movimiento comunes para la remisión de supervivientes dentro de la red de prevención y tratamiento interinstitucional. La reunión de datos normalizada mediante un programa informático común se convirtió en un sistema de vigilancia epidemiológica al incluir todos los casos en una población definida y procedimientos activos de reunión, consolidación y verificación de datos.
Oficinas de salud locales Recibir, ingresar y analizar la información
Usuarios del observatorio |
Información proveniente de bienestar del niño, policía familiar, medicina forense, fiscalía, policía, salud pública, educación, etc. |
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Usos del sistema |
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Fuente: Extraído y adaptado de Espinosa, R., Gutiérrez, M.I., Mena-Muñoz, J.H., y Córdoba, P., 2008. Domestic Violence Surveillance System: A Model (Sistema de vigilancia de la violencia doméstica: Un modelo), págs. S13 a S16. |