Educación

Última editado: October 31, 2010

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Trabajar con el sector de la educación es de crucial importancia para terminar con la violencia cometida contra mujeres y niñas. A un nivel amplio, ello abarca  dos áreas:

  • Asegurar que las niñas puedan acceder a la educación sin el temor de sufrir violencia o sin haberla experimentado.
  • Movilizar  el sector de educación para transformar normas sociales negativas, actitudes y conocimientos relacionados al género y a la violencia con niños y niñas.

Estrategias:

  • Adoptar legislaciones sobre tolerancia cero en cuanto al acoso y violencia sexual en el sector educativo.
  • Establecer y estrictamente poner en vigencia políticas y códigos de conducta bien definidos para profesores y todo el personal de las escuelas  para prevenir la violencia contra las niñas.
  • Capacitar a los profesores en sus responsabilidades como garantes de derechos, en temas específicos relacionados con el género y la violencia, y  cómo comunicarlos a  estudiantes de diferentes  grupos de edad y grado.
  • Introducir  o modificar la currícula y los materiales, adecuándolos a la  edad y grado de los alumnos, para abordar estereotipos de género y temas relacionados a la violencia (por ejemplo, habilidades de resolución de conflictos para jóvenes mayores; respeto en las relaciones para jóvenes en edad de enamoramiento o noviazgo; o qué tipo de contacto físico es aceptable y cuál no lo es para niños más pequeños, etc)
  • Explorar intervenciones innovadoras para niñas tales como la formación de grupos de apoyo o la incorporación de consejeros en el espacio escolar pueden brindar un “espacio seguro” para que ellas expresen libremente sus ideas, sentimientos y experiencias, además de buscar  consejo de un profesional capacitado.
  • Establecer unidades de protección en las escuelas, líneas de ayuda telefónica y otros medios que puedan usar los niños para denunciar abusos. (USAID, 2009)
  • Asegurar que las niñas tienen acceso seguro a, desde y dentro  de la escuelas, atendiendo a la ubicación de las mismas  (i.e. no en áreas remotas); el diseño y ubicación de instalaciones (i.e. habitaciones, pasadizos, vestíbulos e instalaciones de servicios higiénicos bien iluminados); el horario de clases; y otras medidas que pueden ser protectoras, tales como realizar arreglos para viajes seguros o para acciones de seguridad.
  • Movilizar a los parientes, proveedores de cuidados, líderes de la comunidad, líderes de la juventud y consejeros coetáneos, así como organizaciones dentro de la comunidad y las escuelas.
  • Promover el establecimiento de consejeros escolares y redes para servicios de derivación,  y desarrollar políticas y protocolos para responder ante la violencia en las escuelas.

 

Lecciones aprendidas:

  • La mayoría de las evaluaciones de intervenciones de base escolar para reducir la violencia contra las mujeres se han llevado a cabo en el Norte. Los resultados de estas evaluaciones  que  las intervenciones de prevención muestran que :
    • no se ha demostrado claros resultados en niños pequeños respecto a la reducción de abuso sexual contra ellos;
    • son prometedoras en caso de los pre adolescentes respecto a reducir la violencia psicológica o sexual, pero no en casos graves de violencia en las relaciones de enamoramiento o noviazgo; y
    • en cuanto a jóvenes en edad universitaria, se han demostrado mejoras respecto a las actitudes y conocimientos, pero no hay pruebas claras de cambios sostenidos de conducta.
  • Los factores de riesgo respecto a la comisión (y la victimización) de violencia  son complejos y un número de esos factores es especialmente relevante en la niñez (por ejemplo, el escaso cuidado de los padres, abuso infantil y negligencia). Empezar tempranamente las intervenciones preventivas con niños pequeños tiene el potencial de interrumpir este curso e inculcar normas y valores sociales más respetuosos y equitativos en cuanto al género.  (Victoria Health Institute, 2007).
  • Como sucede en otros sectores, la capacitación aislada no es suficiente para cambiar el ambiente escolar. Debe emplearse un enfoque que abarque la totalidad de la escuela para tratar todos los aspectos del ambiente educativo, a fin de asegurar sea un espacio seguro. Tal enfoque involucra tomar en cuenta aspectos como la seguridad en la infraestructura e  institucionalizar principios educativos claramente articulados y políticas de tolerancia cero hacia la violencia en todo el personal. Asimismo, este enfoque supone  incorporar  la violencia contra las mujeres y otros importantes temas (e.g. resolución de conflictos, relaciones respetuosas, etc) en un contexto curricular integral que sea reforzado mediante actividades extracurriculares realizadas, a través de alianzas con organizaciones y clubes, parientes y otros miembros de la comunidad y que sean estratégicamente planificadas para tomar en cuenta las necesidades y asuntos locales. (Gobierno de Victoria, 2009)

 

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Recursos

Las Puertas – Manuales de Capacitación para la Prevención y Respuestas de la Violencia Escolar basada en el Género (DevTech Systems/USAID, 2009).  Disponible en Inglés.

Estrategias Sostenidas para Escuelas Seguras, Centro para la Investigación y Educación sobre la Violencia contra las Mujeres y Niños (Centro para la Investigación y Educación sobre la Violencia contra las Mujeres y Niños) Disponible en Inglés.

Materiales para Prevenir la Violencia contra las Mujeres desde el Marco Educativo: Unidad Didáctica para Educación Secundaria (Centro de Profesores y Recursos, 2005). Disponible en Español.

En qué consiste una buena escuela? Imaginando más allá de los Limites de hoy para crear un mejor mañana (Raising Voices, 2007). Disponible en  Inglés.

Ejemplos de  Objetivos Específicos por Grados para una Educación de  Prevención de la Violencia basada en las habilidades (UNESCO, 2005).  Disponible en Inglés.

Educación sobre Derechos Humanos  en los Sistemas Escolares de Europa, Asia Central y Norte América: Un Compendio de Buenas Prácticas (Consejo de Europa, OSCE/ODIHR, UNESCO, OHCHR, 2009).  Disponible en  Inglés.

Manual para Escuelas Amigas de los Niños (UNICEF, 2009).  Disponible en  Inglés.