- En la mayoría de los países, las mujeres tienen mayores problemas de alfabetización, son más pobres, trabajan más horas y tienen más responsabilidades en el hogar que los hombres. Al no tener la capacidad de entender documentos escritos del juzgado formal ni el tiempo ni los recursos financieros para acceder a los juzgados formales, las mujeres por lo general necesitan de un respaldo sustancial para incrementar su capacidad antes de poder acceder al sistema formal.
- El acceso físico a los juzgados puede ser incluso más problemático para las mujeres si existen restricciones sociales a su capacidad para viajar y si no pueden dejar sus tareas domésticas o no tienen los recursos financieros a efectos de viajar.
- La dinámica de poder local, a menudo controlado por hombres, puede no ofrecer respaldo a las mujeres que deseen acceder al sistema de justicia.
- El sistema de justicia formal es visto a menudo como rígido e indiferente a las necesidades de las mujeres y, a menudo, el personal está compuesto mayormente por hombres que no están dispuestos o no están capacitados para tratar la violencia de género.
- Las mujeres pueden preferir acceder al sistema de justicia informal que a menudo es casi tan discriminatorio, y a veces incluso más discriminatorio, que el sistema formal.