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Resumen

Última editado: March 01, 2011

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  • La realización de análisis y el establecimiento de un comité de interesados para la coordinación, la reforma de la legislación y la redacción de políticas y protocolos son solo los primeros pasos de la creación de un enfoque integral de la violencia contra las mujeres y las niñas en el sector de la salud. Nada de ellos obtendrá los efectos deseados a menos que se utilicen para mejorar los servicios de respuesta en toda la red de proveedores y centros de salud y para elaborar estrategias de prevención. También es necesario trabajar con los administradores y otro personal de categoría superior para abordar la cuestión y garantizar la aceptación por la organización a nivel superior y estratégico en el contexto de la atención de la salud (OMS, 2010a).
  • Al decidir cómo elaborar y aplicar los servicios para las supervivientes al nivel de centro de servicios, es importante examinar los modelos teóricos para la programación, que incluyen los siguientes:
    • El enfoque ecológico: comprender los factores de riesgo y protección a nivel de las personas, las relaciones, la comunidad y la sociedad.
    • El enfoque multisectorial: relacionar la programación de la salud con otros sectores fundamentales que participan en la prevención y la respuesta. 
    • El enfoque sistémico: garantizar que el fomento de la capacidad de los centros de salud para abordar la violencia contra las mujeres y las niñas tenga lugar en todo el sistema y no se limite solo a la capacitación de determinados proveedores clave. El enfoque sistémico incluye abordar las cuestiones de las políticas, los protocolos, la infraestructura, los insumos, la capacidad del personal de prestar apoyo médico y psicosocial de calidad, la capacitación del personal y otras oportunidades de desarrollo profesional, la documentación de casos y los sistemas de datos, el funcionamiento del sistema de remisiones, las evaluaciones de la seguridad y los peligros, entre otros aspectos pertinentes a los contextos y programas concretos (véase Heise, Ellsberg y Gottemoeller, 1999; Velzeboer y otros, 2003; Bott y otros, 2004).
  • El enfoque integrado: procura mejorar la prestación de servicios incorporando la programación sobre violencia en los programas de salud existentes.
  • Las estrategias para la elaboración de programas deberían tener en cuenta cuestiones como:
    • La capacidad de los recursos humanos, la gestión y las competencias del personal de un centro de servicios determinado;
    • La infraestructura, el equipo y los insumos de un centro de servicios determinado;
    • La disponibilidad de servicios fuera del centro y la capacidad de coordinación de la red pertinente;
    • Los marcos legislativo o normativo y la financiación.
  • Es importante tener en cuenta que algunas experiencias indican que si no se presta atención integral en un lugar concreto, las supervivientes podrían tener limitaciones para acceder a la atención necesaria, pues el tiempo de viaje, los costos y el transporte son un obstáculo, en particular para las mujeres de zonas rurales (Claramunt, 2003).
  • Sin embargo, otras experiencias indican que la calidad de los servicios tal vez sea el factor más importante en la decisión de las mujeres acerca de dónde atenderse (para más información, véase calidad de la atención en los principios rectores).
  • En todos los lugares en que se prestan servicios, los centros de salud deberían seguir los pasos básicos que se describen a continuación para asegurar que la programación esté bien concebida y que personal competente y sensible preste la atención.