- Un enfoque centrado en la superviviente requiere que todos los participantes de programas relacionados con la violencia contra la mujer asignen prioridad a los derechos, las necesidades y los deseos de la superviviente.
- Básicamente, un enfoque centrado en la superviviente aplica el enfoque basado en los derechos humanos para concebir y elaborar programas cuyos elementos primordiales sean los derechos y las necesidades de la superviviente. Esta tiene derecho a:
- Un trato digno y respetuoso y a que no se la culpe.
- La elección del curso de acción para abordar la violencia y a no sentirse impotente.
- La privacidad y confidencialidad y no a que su situación se haga pública.
- La no discriminación en lugar de la discriminación sobre la base del género, la edad, la raza o el grupo étnico, la capacidad, la orientación sexual, su estado en relación con el VIH o cualquier otra característica.
- Información amplia que le ayude a adoptar sus propias decisiones y no a que se le diga qué debe hacer.
- El enfoque centrado en la superviviente se basa en un conjunto de principios y competencias elaborados para guiar a los profesionales, independientemente de su función, que trabajan con mujeres y niñas que han sido víctimas de la violencia sexual o de otra índole. El enfoque tiene por objeto establecer un entorno de apoyo en el que se tengan en cuenta los derechos de la superviviente y se la trate con dignidad y respeto. El enfoque ayuda a promover la recuperación de la superviviente y su capacidad para determinar y expresar necesidades y deseos, así como a reforzar su capacidad para adoptar decisiones sobre posibles intervenciones (UNICEF, 2010). Los proveedores deben disponer de los recursos e instrumentos necesarios para aplicar este enfoque.