El monitoreo y la evaluación son una parte integral de la programación y deberían ser considerados como un componente transversal del ciclo (diagnóstico, planificación, diseño, implementación y evaluación). El monitoreo y la evaluación no deberían planificarse o llevarse a cabo conjunta o paralelamente con el programa, sino que deben considerarse como parte del programa y deben planificarse antes que comience la intervención.
Para asegurar que el monitoreo y la evaluación forman parte de un programa o intervención, hay algunos pasos importantes que dar, que incluyen:
- llevar a cabo un análisis de la situación/evaluación de necesidades antes de la planificación del programa/intervención o durante la misma;
- desarrollar un marco de monitoreo y evaluación que explique cómo funcionará el programa; cómo alcanzará sus metas y objetivos y cómo se determinará si el programa está logrando esos objetivos o si está contribuyendo con las metas;
- desarrollar un plan de monitoreo y evaluación que establezca el proceso según el cual el programa o intervención será supervisado, y cómo se examinará y evaluará en su totalidad; y
- recolección de datos al inicio del programa (línea de base) y al final del programa.