Según el modelo ecológico, intervenciones centradas únicamente en el comportamiento individual de los niños y hombres, producirán resultados limitados. Es importante que las intervenciones centren sus objetivos a los contextos correspondientes al tomar en cuenta a las personas, las relaciones, las instituciones sociales, los “guardianes”, los líderes comunitarios, entre otros.
Los hombres (jóvenes y adultos) que han rechazado la violencia contra la mujer y se han resistido a los conceptos tradicionales de género muchas veces han estado rodeados de familiares, pares u otros hombres que han tenido modelos de actitudes y comportamientos basados en la igualdad de género (Barker, 2007).
También pueden comprenderse las masculinidades a nivel colectivo, expresadas mediante las instituciones (como los deportes profesionales), los grupos sociales (como las redes de amigos) y las “formas culturales compartidas” (como los medios de difusión) y no solo a nivel individual. Estos grupos sociales dificultan el cambio en las personas (Connell, 2007), a menos que ellos también formen parte de la intervención general.
Promover el cambio a nivel de toda la sociedad y la comunidad puede generar un contexto social que apoye y refuerce el cambio positivo en las personas.