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Falta de datos comparables

Última editado: December 20, 2019

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Las pruebas disponibles sobre la prevalencia de VCMN en contextos de conflicto y posconflicto son escasas (véase en la Tabla 1 una consolidación de los datos disponibles). A menudo existen datos de incidentes en contextos de conflicto y posconflicto, especialmente en contextos que utilizan el Sistema de Gestión de Información sobre Violencia de Género (GBVIMS, por sus siglas en inglés). Sin embargo, estos sistemas de gestión de información solo recopilan datos sobre los casos denunciados (de los que hay pocos); no pueden evaluar la prevalencia real de la VCMN en una población.

 

En los estudios de prevalencia, los retos metodológicos y la variabilidad en la investigación de la VCMN en contextos de conflicto y posconflicto complican la recopilación de datos precisos. La calidad de las encuestas varía y la falta de consenso internacional sobre una metodología estandarizada para la recopilación de datos sobre la prevalencia de la VCMN en contextos de conflicto y posconflicto plantea dificultades para los investigadores sobre el terreno. Además, existen otros retos en la agrupación y comparación de diferentes encuestas. Estos retos incluyen:

  • Variabilidad en el período de muestreo (por ejemplo, algunos datos detallan la prevalencia durante toda la vida o muestran VCMN que ocurrió en el último año y medio, mientras que otros cubren la duración del conflicto armado)
  • Definiciones diferentes de VCMN
  • Falta de metodologías de muestreo poblacionales o enunciadas con claridad

 

Aparte de estas cuestiones metodológicas, también se presentan otros desafíos al llevar a cabo las encuestas de población en marcos de conflicto (p. ej., accesibilidad a los lugares afectados por el conflicto, barreras idiomáticas, temor a la posible estigmatización de las víctimas de VCMN, problemas de seguridad, etc.) que pueden impedir la realización de una investigación rigurosas o de un SyE poblacional.

 

Aunque los datos sobre la prevalencia de la VCMN no son necesarios en todos los contextos de conflicto o posconflicto y no deberían ser un prerrequisito para la financiación de programas de VCMN, sí que son necesarios datos oportunos y precisos sobre los tipos, formas y causantes de la VCMN en contextos de conflicto y posconflicto. Además, existen muy pocos datos sobre las intervenciones que sean eficaces para prevenir y responder a la violencia en dichos contextos. Hacen falta investigaciones más rigurosas para aumentar nuestra comprensión de la VCMN durante los periodos de crisis de conflicto y posconflicto.

 

 

 

Tabla 1: Datos recientes de prevalencia sobre violencia íntima y no relativa a la pareja en contextos de conflicto y posconflicto

 

Violencia de pareja 

Violencia no relativa a la pareja

Combinada/Otros/No especificada

Violencia física

La prevalencia durante toda la vida de violencia física de pareja osciló entre el 42 % y el 67 % en mujeres y niñas con pareja en tres zonas de Sudán del Sur (Global Women's Institute y el Comité Internacional de Rescate, 2017).

 

El 28,2 % de las mujeres encuestadas en tres regiones de Somalia declararon que habían sufrido violencia física de pareja durante su vida (Wirtz et al., 2018).

 

En el caso de las adolescentes (de 15 a 19 años) con pareja en dos lugares afectados por conflictos en Sudán del Sur, la prevalencia de violencia física de pareja varió entre el 21 % y el 42 % (Murphy et al., 2018).

 

El 42,5 % de las mujeres palestinas refugiadas de doce campos de refugiados declararon que habían sufrido violencia física en algún momento de su vida; el 48,9 % de los hombres declaró haber cometido violencia física contra su pareja. La prevalencia global de paliza durante toda la vida fue del 44,7 % (Khawaja y Barazi, 2005).

 

El 29,5 % de los hombres palestinos refugiados, en comparación con el 22 % de las mujeres, indicaron que el maltrato a las esposas ocurrió al menos una vez durante su vida matrimonial. El 10,4 % de los hombres y el 9,1 % de las mujeres declararon que ocurrió durante el último año (Khawaja y Tewtel-Salem, 2004).

 

El 14,3 % de las mujeres encuestadas en tres regiones de Somalia declararon que habían sufrido violencia física no relativa a su pareja durante su vida (Wirtz et al., 2018).

 

El 24,2 % de las mujeres afectadas por el conflicto en Timor Oriental dijeron que habían sufrido violencia física por parte de personas externas a la familia durante el conflicto; el 5,8 % declararon que la habían sufrido una vez terminada la crisis (Hynes et al., 2004).

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Se estima que entre el 53 % y el 66 % de las refugiadas somalíes en Etiopía (con más de 18 años de edad y de tres campos de refugiados) sufrieron violencia física perpetrada por su pareja o por otra persona entre los últimos 12 y 18 meses (Parcesepe et al., 2016).

 

Se estima que entre el 25 % y el 67% de las refugiadas somalíes en Etiopía (con 18 años o menos y de tres campos de refugiados) sufrieron violencia física perpetrada por su pareja o por otra persona entre los últimos 12 y 18 meses (Parcesepe et al., 2016).

 

Entre el 30 % y el 35 % de las adolescentes afectadas por conflictos (refugiadas en Etiopía y poblaciones afectadas por conflictos en la República Democrática del Congo) sufrieron violencia física por parte de su pareja o de otra persona en los últimos 12 meses (Stark et al., 2017).

 

 

 

 

 

Violencia sexual 

Entre las mujeres y niñas (entre 15 y 64 años) con pareja en tres zonas afectadas por conflictos en Sudán del Sur, la prevalencia durante toda la vida de violencia sexual por parte de su pareja se situó entre el 44 % y el 50 % (Global Women's Institute y el Comité Internacional de Rescate, 2017).

 

El 24,7 % de las mujeres encuestadas en tres regiones de Somalia declararon que habían sufrido violencia sexual de su pareja durante su vida (Wirtz et al., 2018).

 

En el caso de las adolescentes (de 15 a 19 años) con pareja en dos lugares afectados por conflictos en Sudán del Sur, la prevalencia de violencia sexual de pareja varió entre el 21 % y el 42 % (Murphy et al., 2018).

 

Entre el 28 % y el 33 % de las mujeres (entre 15 y 64 años) en tres zonas afectadas por conflictos en Sudán del Sur sufrieron violencia sexual por parte de una persona que no era su pareja (Global Women's Institute y el Comité Internacional de Rescate, 2017).

 

Entre el 22 % y el 23 % de las adolescentes (de 15 a 19 años) en dos lugares afectados por conflictos en Sudán del Sur sufrieron durante su vida violencia sexual de una persona que no era su pareja (Murphy et al., 2018).

 

 

 

El 3,6 % de las mujeres encuestadas en tres regiones de Somalia declararon que habían sufrido violencia sexual de una persona que no era su pareja durante su vida (Wirtz et al., 2018).

 

El 22,7 % de las encuestadas afectadas por el conflicto en Timor Oriental dijeron que habían sufrido violencia sexual por parte de personas externas a la familia durante el conflicto, en comparación con el 9,7 % que declararon que la habían sufrido una vez terminado el conflicto (Hynes et al., 2004).

 

El 9 % de las encuestadas DI (desplazadas internas) en Sierra Leona informaron de una o más experiencias de agresión sexual relacionadas con la guerra (Amowtiz et al., 2002).

 

El 15 % de las encuestadas afectadas por conflictos en Liberia declararon que habían sido violadas, sometidas a intentos de violación o coaccionadas sexualmente por soldados o combatientes (Swiss et al., 1998).

Se estima que entre el 35 % y el 42 % de las refugiadas somalíes en Etiopía (con más de 18 años de edad y de tres campos de refugiados) fueron violadas por su pareja o por otra persona entre los últimos 12 y 18 meses (Parcesepe et al., 2016).

 

Se estima que entre el 2,4 % y el 3,3 % de las refugiadas somalíes en Etiopía (con 18 años o menos y de tres campos de refugiados) fueron violadas por su pareja o por otra persona entre los últimos 12 y 18 meses (Parcesepe et al., 2016).

 

Entre el 18 % y el 21 % de las adolescentes afectadas por conflictos (refugiadas en Etiopía y poblaciones afectadas por conflictos en la República Democrática del Congo) sufrieron relaciones sexuales forzadas por parte de su pareja o de otra persona (Stark et al., 2017).

 

Entre el 14 % y el 16 % de las adolescentes afectadas por conflictos (refugiadas en Etiopía y poblaciones afectadas por conflictos en la República Democrática del Congo) sufrieron relaciones sexuales forzadas por parte de su pareja o de otra persona en los últimos 12 meses (Stark et al., 2017).

 

El 4,3 % de las mujeres afectadas por conflictos en Kosovo declararon haber sido violadas durante su vida (Hynes y Cardozo, 2000).

 

Combinada/No especificada

Entre las mujeres y niñas con pareja en tres zonas afectadas por conflictos, la prevalencia durante toda la vida de violencia física o sexual por parte de su pareja se situó entre el 54 % y el 73 % (Global Women's Institute y el Comité Internacional de Rescate, 2017).

 

En el caso de las adolescentes (de 15 a 19 años) con pareja en dos lugares afectados por conflictos en Sudán del Sur, la prevalencia de violencia física o sexual de pareja varió entre el 39 % y el 42 % (Murphy et al., 2018).

 

El 75,9 % de las encuestadas afectadas por conflictos en Bosnia y Herzegovina sufrieron abusos físicos, psicológicos y sexuales por parte de sus maridos durante su vida (Avdibegovic y Sinanovic, 2006).

El 52,7 % de las mujeres con pareja afectadas por conflictos en Timor Oriental experimentaron VP (violencia de pareja) en el año anterior a la crisis o en el año anterior a la encuesta (después de la crisis) (Hynes et al., 2004).

 

 

El 49 % de las encuestadas afectadas por conflictos en Liberia declararon que sufrieron al menos un acto de violencia física o sexual por parte de un soldado o combatiente en un período de 5 años (Swiss et al., 1998).

 

El 17,4 % de las mujeres (de dos zonas de DI en Irak) entrevistadas indicaron que se produjo violencia doméstica contra las mujeres de su familia (Alca et al., 2016).