Los responsables de elaborar las políticas y otras partes interesadas deben entablar contacto y dialogar con dirigentes y comunidades de fe para facilitar la aplicación eficaz de las leyes. Los dirigentes de fe y las comunidades de fe son fuerzas poderosas en las vidas de las mujeres, las niñas y las familias del mundo. En muchos casos, las comunidades de fe impulsan el desarrollo o cambios de actitudes y prácticas sociales. Deben desempeñar un papel decisivo a la hora de educar sobre las leyes relativas a la violencia contra la mujer y de ayudar en su aplicación. En consecuencia, toda estrategia integrada para poner fin a la violencia contra la mujer debe incluir la consideración de cómo las comunidades de fe repercutirán en el esfuerzo, tanto positiva como negativamente. Se debe movilizar en todas las comunidades el poder de las comunidades de fe para aportar mensajes de apoyo a los derechos humanos de la mujer. Muchos programas de aplicación, sensibilización y educación descubren que el contacto en una fase temprana con dirigentes de fe influyentes puede representar una parte considerable de su éxito. Los recursos siguientes están concebidos específicamente para las comunidades de fe y para quienes trabajan con dirigentes de fe para proteger a las mujeres y niñas frente a la violencia:
Restaurar la Dignidad: Carpeta de materiales dirigida a comunidades religiosas para poner fin a la violencia contra la mujer (en inglés), Religiones por la Paz, 2009
Movilizar a las comunidades religiosas para responder a la violencia por motivos de género y el VIH: Manual de formación (en inglés), USAID, 2009
Llamada a la acción: Hacer participar a dirigentes y comunidades religiosos en la lucha contra la violencia por motivos de género y el VIH (en inglés), USAID, 2009