La evaluación mide el mérito o valor de una campaña. Reúne los datos de la vigilancia y las conclusiones de investigaciones adicionales con el objeto de evaluar la eficacia, o la probable eficacia (en una evaluación formativa), de una campaña y sus distintos elementos. Idealmente, una evaluación de referencia adecuada y la vigilancia periódica bien documentada constituyen la base de una evaluación rigurosa. Si no se ha construido esta base, los enfoques participativos que analizan lo que recuerdan los interesados de las actividades, los resultados y los problemas enfrentados son especialmente importantes.
La evaluación puede comenzar en los primeros pasos de la planificación de la campaña por medio de la investigación formativa necesaria para concebir una estrategia adecuada para la campaña. Las evaluaciones de mitad de período, en tiempo real o de desarrollo que se realizan durante la ejecución de la campaña incluyen un fuerte elemento formativo, pues uno de los propósitos principales es aprender de las fases anteriores de la campaña para mejorar las siguientes o elaborar enfoques innovadores. Las evaluaciones sumativas, realizadas una vez finalizada la campaña, se centran en los resultados y el impacto de la campaña.
Evaluaciones internas y externas
Las evaluaciones pueden realizarse por medio del equipo o la alianza de la campaña (autoevaluación o evaluación interna) o encomendarse a un agente externo. Ambos tipos de evaluación deberían contar con la participación de los interesados en la campaña, es decir ser participativas, para obtener un panorama amplio y preciso de las realidades de la campaña.
- Puede considerarse la autoevaluación como una forma de aprender y mejorar la práctica. Se necesita una considerable capacidad de autorreflexión para lograrlo eficazmente, por lo cual suele ser más beneficioso contratar a una persona externa a la campaña para que facilite la evaluación interna. Es frecuente que el equipo de la campaña realice las evaluaciones formativas.
- En una evaluación externa, en general la más adecuada para una evaluación sumativa, se contrata a un equipo o una persona externos para su realización. Podría usarse un instituto de investigación o un consultor con experiencia que tengan la los conocimientos y la capacidad para aplicar técnicas avanzadas y manejar las preguntas más complejas de la evaluación. El evaluador externo no debería tener un interés directo en las metas de la campaña, pero es conveniente que esté familiarizado con el tema y las cuestiones éticas relativas a la investigación de la VCM.
HERRAMIENTAS:
What we know about…Evaluation Planning (Lo que sabemos acerca de la planificación de evaluaciones) de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos es un resumen de lo que es una evaluación y la forma de realizarla, utilizando ejemplos de una campaña contra la VCM ejecutada en Australia Occidental.
Conducting a Participatory Evaluation (Realización de una evaluación participativa) de USAID es una hoja de orientación sobre cómo realizar una evaluación que contemple la participación activa en el proceso de todos los interesados en el programa.