La mayoría de las campañas producen volantes y folletos que enuncian el mensaje de la campaña de maneras diferentes y lo enriquecen con información complementaria, como datos y cifras importantes sobre el tema de la campaña. El material impreso de calidad determina que el mensaje de la campaña sea más permanente; los organizadores de la campaña y los destinatarios pueden guardar una copia y referirse a ella más tarde, por ejemplo como registro exacto de las pruebas que respaldan del mensaje de la campaña.
Los tipos de material de lectura necesarios dependen de la estrategia general de la campaña, su estrategia de comunicación y los destinatarios; así pues, para una cobertura mediática de calidad elevada, podrían ser necesarios documentos informativos (notas sobre políticas, anuncios a la prensa) y carpetas para los periodistas. Si los encargados de la formulación de políticas internacionales y nacionales son un grupo destinatario decisivo, un informe de investigación puede ser una herramienta eficaz para presentar pruebas pertinentes y una propuesta concreta para la acción, posiblemente mediante recomendaciones de política precisas o disposiciones de proyectos de ley. Los activistas de la campaña podrían necesitar una guía escrita para promover un mensaje coherente. Tal vez los jóvenes se sientan atraídos al mensaje de la campaña mediante folletos coloridos que presenten relatos que guardan relación con sus vidas cotidianas. Las opciones son prácticamente ilimitadas.
Véase Herramientas para la cobertura mediática ganada para orientación sobre la creación de material impreso relacionado con los medios, como carpetas para la prensa, comunicados de prensa y anuncios a la prensa. Las peticiones, las cartas, las notas sobre políticas y los informes de investigación suelen utilizarse en las campañas de cambio institucional. Véase La comunicación en las campañas para el cambio normativo o institucional para información sobre estos elementos.
Normas básicas para la producción de material de lectura:
- Menos es más: Producir material impreso de lectura exige recursos considerables. Es conveniente centrarse en la producción del material de calidad elevada más necesario para alcanzar el objetivo de la campaña. Una variedad excesivamente amplia de material impreso podría llevar a un derroche de recursos y confundir a los destinatarios.
- Redacción: El material de lectura debe producirse en un idioma y un estilo que los destinatarios puedan leer y comprender. En los países o las comunidades en que se hablan diferentes idiomas, podría ser importante producir materiales en diferentes idiomas para llegar a los destinatarios. No obstante, también es importante señalar que esto podría traer aparejados costos considerables, por ejemplo, de traducción e impresión en diferentes formatos.
- Por definición, el material de lectura está dirigido a destinatarios alfabetizados. Si un gran número de destinatarios no sabe leer o lee mal, podría ser inútil producir material de lectura, a menos que se combine con otras actividades, por ejemplo activistas que expliquen o traduzcan el mensaje de la campaña a los destinatarios. La misma salvedad se aplica a los destinatarios que no hablan el idioma de la mayoría o que tienen deficiencias visuales. Los elementos visuales fuertes pueden ser una forma importante de comunicación en estas circunstancias.
- Distribución de material impreso: El material impreso y otros elementos de la campaña deben ser transmitidos a los destinatarios. Se necesita una estrategia de distribución clara para garantizar que se planifique y presupueste cuidosamente. Los volantes y los folletos pueden distribuirse en las actividades de la campaña, por medio de instituciones públicas como escuelas y clínicas médicas, o por los activistas de la campaña. Tal vez sea necesario entregar los informes de las investigaciones y las peticiones personalmente a los funcionarios públicos, o facilitarse en actividades como conferencias o reuniones gubernamentales; también podrían anunciarse o describirse en una conferencia de prensa.
Ejemplo: En Nicaragua, Puntos de Encuentro distribuye su revista La Boletina entre unas 1.100 organizaciones rurales y urbanas de mujeres de todo el país. La revista informa de las actividades que realizan todos estos grupos y publica testimonios y ensayos analíticos con una terminología sencilla para provocar el debate sobre cuestiones relativas a los derechos de la mujer. La Boletina se distribuye por medio de la red de distribuidoras voluntarias (las emboletinadas) integrada por organizaciones de mujeres y de base comunitaria que tienen una estructura de distribución que atraviesa el país y llegan hasta las zonas rurales más remotas. Las emboletinadas llevan las revistas a mano a las comunidades aisladas a las que no llega el correo nacional ni otros sistemas de distribución formal.
Fuente: Lacayo, V. & Singhal, A., Pop Culture with a Purpose! Using edutainment media for social change, Oxfam Novib/KIC, 2008.