QUÉ HACER
- Seguir las actividades de la campaña, sus resultados y los cambios pertinentes en los contextos interno y externo.
- Remitirse a la estrategia y los planes de acción periódicamente y toda vez que aparezcan nuevas oportunidades o riesgos.
- Mantener la corriente de información dentro del equipo o la alianza de la campaña, por ejemplo mediante reuniones informativas sistemáticas y antes y después de las actividades de la campaña.
- Garantizar un proceso permanente de consultas y observaciones formales e informales para mantener a todos los participantes interesados y limitar el posible conflicto.
- Garantizar que todos los participantes en la campaña comprendan y hagan suyas las normas éticas.
- Mantener una mentalidad abierta y reflexionar permanentemente sobre el entorno externo cambiante, tanto en función de las oportunidades como de las amenazas.
- Reaccionar rápidamente ante cualquier cambio externo e interno de la campaña, de conformidad con los procedimientos acordados y teniendo en cuenta los objetivos de la campaña.
QUÉ NO HACER
- Perder de vista la estrategia y los planes de acción de la campaña o dejar de lado la vigilancia periódica.
- Insistir en ejecutar los planes que han resultado ineficaces.
- Modificar los planes, por ejemplo cuando surgen nuevas oportunidades, sin examinar los posibles beneficios y desafíos a fin de alcanzar el objetivo, los resultados y las metas.
- Hacer caso omiso de la estructura y los procesos de adopción de decisiones acordados por la alianza.