El objetivo, la finalidad o el propósito definen qué debe cambiarse, y hasta qué punto, para resolver el problema que aborda la campaña. Lo ideal es que el objetivo pueda definirse en una oración corta y sencilla y formularse de modo que todos los participantes de la campaña puedan comprenderlo cabalmente. Los objetivos deberían ser concretos, participativos y razonablemente realistas.
Algunas campañas definen objetivos generales y distantes como “poner fin a todas las formas de VCM”. A pesar de que puede ser útil formular una visión de este tipo, no debe confundirse con el objetivo de la campaña. Seleccionar un objetivo que realmente pueda alcanzarse en el plazo de la campaña facilita la formulación de la estrategia más adecuada para alcanzarlo. Esto puede estimular muchísimo la motivación de los activistas; divulgar un éxito de este tipo envía el poderoso mensaje a los destinatarios de que el cambio es posible.
Algunos ejemplos de objetivos claros:
El objetivo de Disarm Domestic Violence (Desarmar la Violencia Doméstica), una campaña mundial puesta en marcha en 2009 por la Red Internacional de Acción sobre las Armas Pequeñas (IANSA), es garantizar que se prohíba a las personas con antecedentes de abuso doméstico el acceso a las armas de fuego o que se revoque su licencia para poseer un arma de fuego. Los estudios realizados en los Estados Unidos indican que si hay un arma de fuego en la casa, el riesgo general de que algún integrante del hogar sea asesinado aumenta el 41%. No obstante, en el caso de las mujeres el riesgo de muerte se triplica. La lista de países que participan en la campaña está disponible en su sitio web.
La Campaña contra la publicidad sexista, puesta en marcha por el Colectivo Fem-TV en el Perú, está destinada a garantizar que la publicidad sea creativa y emocionante sin violar los derechos humanos, especialmente los derechos de la mujer. La campaña otorga el Premio Fem-TV a los anuncios que mejor expresan el adelanto de la mujer en la sociedad y las relaciones equitativas entre hombres y mujeres y el Anti-premio Sapo-TV a las publicidades más sexistas.