- Las personas participantes en el proceso de promoción deben elaborar un mensaje que tenga resonancia en el público y en el sector de éste al que vaya dirigida la iniciativa de promoción. Debe ser un mensaje general, claro y atractivo para un amplio público. Un mensaje bien definido llegará tanto al centro como a la periferia del público interesado en el tema en cuestión. Por ejemplo, un mensaje donde se diga que “las mujeres y las niñas tienen derecho a no sufrir violencia” atraerá a quienes trabajan sobre cualquiera de las formas de violencia contra las mujeres y las niñas, mientras que en el contexto de la trata con fines de explotación sexual el mensaje podría ser "las niñas no se venden" o "hay que hacer felices a las niñas, no venderlas". Véase: Servicios de educación y tutoría para niñas (en inglés). El mensaje debe estar basado en hechos, pero no tiene que ser demasiado técnico.
- A lo largo del proceso de promoción, las personas participantes en él deben asegurarse de lo siguiente:
- el mensaje llega al público;
- el mensaje llega al público específico al que va dirigido (a saber, los encargados de la elaboración de políticas, las ONG, las autoridades del gobierno, etc.);
- se adquieren la capacitación y las habilidades necesarias, y
- se forman alianzas políticas.
(Véase: Derechos Humanos de las Mujeres: Paso a Paso, Instituto Interamericano de Derechos Humanos, Law & Development International y Human Rights Watch, pág. 159, 1997)
- Las personas participantes en el proceso de promoción deben transmitir el mensaje utilizando las estrategias de trabajo con los medios de comunicación adecuadas a su iniciativa de promoción en particular. En las primeras fases de la planificación global de la iniciativa se debe elaborar una estrategia de medios de comunicación. Esta estrategia debe estar basada, si es posible, en datos sobre la opinión pública, analizar la cobertura mediática anterior y facilitar una revisión constante de la eficacia del mensaje. Véase: Derechos Humanos de las Mujeres: Paso a Paso, Instituto Interamericano de Derechos Humanos, Law & Development International y Human Rights Watch, págs. 159-160, 1997.
- Tanto los medios de comunicación nuevos como los tradicionales pueden ser eficaces en función del público al que vaya dirigido el mensaje de la iniciativa de promoción. Deben utilizarse las tácticas y medios informativos tradicionales, como la radio, los comunicados de prensa, las ruedas informativas, las cartas al director y los artículos de opinión. También han de utilizarse las tecnologías nuevas y emergentes de difusión de la información, como Internet, las redes sociales y los blogs. Hay que buscar un equilibrio entre estos tipos de comunicación dependiendo del contexto local. Véase: “Consejos prácticos para una estrategia efectiva de medios de comunicación con que fomentar las actividades de promoción”, Guía de recursos de promoción legislativa: promoción de los derechos humanos en Bosnia y Herzegovina (en inglés), Global Rights, pág. 17, 2005.
- Ejemplo: El Secretario General de la ONU emprendió en 2008 la campaña “Únete para poner fin a la violencia contra las mujeres”, en la que se establecieron cinco metas, claramente formuladas y que se han transmitido por diversos medios. La campaña utiliza Facebook, Twitter, Flickr y YouTube para difundir información, pero también trabaja con los gobiernos, la sociedad civil, las organizaciones de mujeres y el sector privado para compartir buenas prácticas. Véase: Campaña "Únete para poner fin a la violencia contra las mujeres", del Secretario General de la ONU, 2008.