- El diseño de programas debe estar informado del modelo ecológico, el cual muestra factores de riesgo a nivel individual en combinación con factores de riesgo existentes al interior de las relaciones o de la familla, la comunidad y a un nivel social/institucional más extenso, con el fin de para evaluar la probabilidad que las mujeres experimenten violencia en una situación particular. (Heise, 1998)
- El enfoque ecológico pretende asegurar que las intervenciones tengan en cuenta y traten las condiciones existentes a lo largo de todos los diferentes niveles (por ejemplo, individual, familiar, comunitario y de la sociedad), y que afectan los riesgos de las mujeres y niñas de experimentar violencia. Como se muestra en el modelo, existen en cada nivel factores biológicos, sociales, culturales y económicos así como normas, que pueden aumentar el riesgo que los hombres cometan actos de violencia y el riesgo que las mujeres lo experimenten. Entre estos factores figuran, a modo de ejemplo:
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- Atestiguar actos de violencia dentro del matrimonio o experimentar abuso durante la infancia; tener un padre ausente o que manifiesta rechazo; y el abuso de sustancias, en el nivel individual
- Los conflictos que surgen dentro del matrimonio; el control masculino sobre el bienestar económico familiar y en la toma de decisiones; y las disparidades en cuanto a la edad y educación entre cónyuges, en el nivel de las relaciones.
- Falta de oportunidades económicas para los hombres; influencia negativa de sus pares sociales; y el aislamiento de las mujeres respecto a sus familias y pares, en el nivel de la comunidad.
- Normas sociales que son condescendientes o que toleran el control masculino sobre la conducta femenina; aceptación de la violencia como un método de resolución de conflictos; conceptos de masculinidad relacionados a la dominación, honor o agresión; y rígidos roles de género en el nivel de la sociedad. (Heise, 1998; Morrison, et al., 2007)
- Las intervenciones también deben identificar y reforzar factores de protección, o aquellos que disminuyan la probabilidad que mujeres y niñas experimenten violencia en cada nivel dentro del modelo ecológico. Los factores de protección que pueden apoyar a la resiliencia de mujeres y niñas contra la violencia incluyen, por ejemplo; la educación (especialmente el completar la educación secundaria); habilidades o competencias para el trabajo; recursos económicos y oportunidades; y normas sociales que promuevan la equidad de género.
- Los programas deben tener presentes los diferentes niveles que existen en el modelo ecológico para así obtener resultados, y debido a que cada nivel está interconectado no es necesario operar en todos los niveles sino más bien se deben escoger las intervenciones en uno o más niveles que puedan influenciar en los factores de riesgo y protección dentro de los otros niveles. Por ejemplo, las normas a nivel de la comunidad influyen en las conductas y prácticas dentro de los hogares y al interior de las relaciones entre hombres y mujeres. Similarmente, la implementación de normas y políticas a nivel de la sociedad, por ejemplo a través de la institucionalización de protocolos y de la capacitación, pueden mejorar la respuesta de la policía hacia los sobrevivientes a nivel de la comunidad y desanimar a los hombres a cometer actos de violencia dentro de sus hogares.