Los programas diseñados para colaborar con la justicia informal corren el riesgo en particular de perpetuar suposiciones que podrían no estar basadas en los hechos. Por ejemplo, a menudo se supone que los sistemas informales son más rápidos, más baratos y más accesibles. Esto no es siempre el caso. Los usuarios de los mecanismos informales pueden simplemente suponer que no tienen otra opción. Es importante destacar que los mecanismos informales mecanismos informales a menudo representan un gran peligro para las mujeres y niñas víctimas de violencia.
Además, los defensores de la reforma judicial y las usuarias de los mecanismos de justicia informal pueden suponer que estos son más tradicionales o están más basados en la cultura que los otros mecanismos. Esta suposición puede perpetuar prácticas dañinas basadas en mitos en vez de hechos.
Los mecanismos de justicia informal son variados. La suposición generalizada de que los usuarios escogen estos sistemas porque son más baratos o rápidos puede pasar por alto a las otras razones importantes por las cuales las personas usan estos sistemas. Aunque algunos mecanismos pueden ofrecer a una comunidad una opción más barata y rápida, otros pueden resultar ser tan costosos para los usuarios como el sistema formal y, en realidad, pueden tomar el mismo tiempo para llegar a una resolución. La preferencia por los mecanismos de justicia informal puede reflejar la sensación de las mujeres de que no tienen otras opciones. Si la meta de un programa es cambiar la forma en que las personas utilizan los mecanismos de justicia o hacer que otro mecanismo sea más accesible, es importante no suponer que el costo o tiempo es el factor más importante.
La suposición de que los mecanismos informales son tradicionales o están basados en marcos culturales de larga data (y por lo tanto preferibles) también es compartida por las usuarias y profesionales. Esto puede ser verdad para algunos mecanismos informales, pero a menudo estos mecanismos utilizados por una comunidad religiosa o étnica en particular de hecho han cambiado sustancialmente a lo largo del tiempo y pueden funcionar de forma muy diferente al mecanismo que funcionaba en el pasado. Es importante que los planificadores de programas desafíen estas suposiciones, especialmente cuando son utilizadas para perpetuar prácticas que violan el derecho humano de las mujeres de vivir libres de violencia. Los profesionales deben estar preparados para un compromiso a largo plazo y buscar oportunidades emergentes para el cambio.