Designar a personas específicamente para ocuparse de los juicios por violencia contra las mujeres, o capacitar a un equipo de fiscales en las dinámicas particulares de los casos también ha resultado eficaz en algunas instancias (Cossins, 2007; Walker y Louw, 2003). Los fiscales pueden retrasar los procesos y obstaculizar el acceso de las mujeres y las niñas a la justicia si no cuentan con la debida formación en estrategias procesales para casos de violencia contra las mujeres.
- La evaluación de un programa en Gales, RU por ejemplo, demostró resultados positivos cuando los fiscales eran entrenados en protocolos nuevos para casos de violencia doméstica y eran capacitados para trabajar en estrecha colaboración con un centro de apoyo y defensa de mujeres (Robinson, 2003).
- La investigación en los Estados Unidos es más ambigua; revela que las decisiones de las divisiones de fiscalía especializada y no especializada en referencia a los cargos imputados por agresión sexual eran básicamente idénticas. (Beichner y Spohn 2005).
- El mismo estudio en los Estados Unidos halló que a pesar de las diferencias entre las políticas departamentales y las tasas de declaraciones de culpabilidad negociadas y enjuiciamientos, entre las unidades especializadas y no especializadas, la credibilidad de la víctima era la verdadera preocupación del fiscal en los casos de agresión sexual.
Por más información sobre fiscales especializados, vea Establecer unidades de fiscalías especializadas, y la sección Legislación.