Entrevistas para un informe de monitoreo

Última editado: March 01, 2011

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  • Deben mantenerse entrevistas con abogados, fiscales, jueces, funcionarios a cargo de la libertad condicional, médicos forenses, policías, facultativos y otros profesionales de la salud, ONG y promotores de la causa de la mujer, especialistas, profesionales de los medios de comunicación y líderes religiosos. Sólo deben mantenerse entrevistas con denunciantes/supervivientes en situaciones en las que se dé prioridad absoluta a la confidencialidad y la seguridad. Véase el apartado sobre Ethical issues in interviewing survivors of violence. Todas las entrevistas deben abordar el acceso que tienen las personas denunciantes/supervivientes al sistema jurídico, los obstáculos que han de sortear para ese acceso, y la efectividad de los recursos. Véase: Manual de la ONU, 3.3.1.
  • Las preguntas que se hagan en las entrevistas deben ir siempre precedidas por una breve presentación que describa el proyecto de monitoreo y la información de contacto con los supervisores.
  • Si procede, los supervisores deben comunicar al comienzo de la entrevista que en el estudio de monitoreo se mantendrán la confidencialidad y el anonimato de las fuentes utilizadas. Los supervisores deben garantizar a la persona entrevistada que sus palabras se atribuirán a un descriptor general del tipo “médico en un hospital para mujeres” o “fiscal adjunto”. Los descriptores deben ser lo suficientemente generales como para que la persona encuestada no pueda ser identificada en el futuro. Por ejemplo, si sólo se entrevista a un fiscal, debe identificarse a esa persona como “funcionario del sistema de justicia penal” o de un modo similar.
  • Los supervisores siempre deben realizar entrevistas de prueba, a fin de garantizar que las preguntas son fáciles de comprender y responder. Antes de mantener la primera entrevista, es importante que el entrevistador se familiarice con las preguntas o la metodología, para que pueda hablar de modo relajado e informal con la persona encuestada. Lo ideal es que la persona entrevistada establezca una buena comunicación con la que hace la entrevista y no se sienta presionada para responder las preguntas. Los entrevistadores deben tener la prudencia de escuchar todas las respuestas sin mostrarse críticos. Para técnicas detalladas de investigación cualitativa sobre violencia contra las mujeres, véase: Investigando la violencia contra las mujeres. Una guía práctica para la investigación y la acción, 2005, capítulo 10.
  • Los supervisores deben organizar cómo registrar la información. A menudo es mejor entrevistar a la persona conjuntamente con un compañero o compañera que anote las respuestas a mano o en un ordenador. Esta persona puede tomar nota de las áreas que no se han tratado y hacer preguntas sobre ellas al finalizar la entrevista; en caso necesario, también puede pedir que se aclaren puntos. Después de la entrevista, y mientras la información está fresca en la memoria, los supervisores deben revisar las preguntas y las respuestas con la persona que les haya ayudado y corregir los errores. Esto es importante para lograr un producto final de calidad. En caso necesario, los supervisores deben elaborar una lista con preguntas complementarias para la persona entrevistada. Además, deben registrar todos los problemas que hayan surgido, y, lo que es más importante, nuevas percepciones que sirvan de apoyo a futuras entrevistas.
  • Las entrevistas estructuradas son el mejor modo de obtener el mismo tipo de información de todas las personas entrevistadas. Sin embargo, las respuestas pueden llevar a otras preguntas no previstas. Si el tema es relevante para el proyecto, seguir el relato de la persona entrevistada puede ofrecer valiosa información. Sin embargo, algunas personas pueden mostrarse confusas o apartar al entrevistador de la información difícil. Para obtener todos los datos, a menudo será necesario formular cuidadosamente preguntas complementarias que se plantearán de inmediato o en entrevistas posteriores.
  • Las preguntas deben organizarse en un orden lógico, y las relativas a temas similares deben agruparse. Los supervisores deben tener en cuenta qué preguntas plantean temas delicados, y formularlas hacia el final de la entrevista, cuando ya existe un cierto grado de comodidad y buena comunicación. En general, los supervisores siempre deben formular primero las preguntas que puedan contestarse con facilidad.
  • Los “patrones de omisión” determinan el orden de preguntas concretas que se formularán en función de determinadas respuestas al cuestionario. Son importantes para evitar la impresión de que el entrevistador no escucha las respuestas y para mejorar la fluidez de la entrevista. Sin embargo, si ante determinadas respuestas se omiten algunas preguntas, hay que asegurarse de que no se excluyen involuntariamente otras que pueden ser importantes para esa persona entrevistada concreta. Los “patrones de omisión” no deben considerarse como patrones rígidos, sino como una sugerencia flexible en función de cada persona entrevistada. Véase: Investigando la violencia contra las mujeres. Una guía práctica para la investigación y la acción, 2005, capítulo 8.

 

Análisis de los datos obtenidos en las entrevistas

  • Es importante leer las notas tomadas en las entrevistas muchas veces a lo largo del proyecto. A medida que se ven inmersos en las transcripciones, los supervisores también podrán identificar temas recurrentes clave, factores que complican el análisis y respuestas contradictorias que pueden requerir investigación adicional. En Internet pueden encontrarse numerosas herramientas (como Swivel, Many Eyes, en ambos casos en inglés) que pueden utilizarse para estructurar y visualizar datos cualitativos a partir de transcripciones de entrevistas y que pueden ayudar a identificar temas y relaciones.
  • La codificación de los datos, o el etiquetado de determinados temas en la entrevista, constituye un modo de gestionar la información. Permite clasificar y comparar información procedente de diversas fuentes. Los datos se pueden codificar en el ordenador o a mano, escribiendo notas en los márgenes. No hay normas fijas sobre codificación de datos; sin embargo, la codificación no debe desvirtuar los resultados. Por ejemplo, la codificación de un pensamiento complejo expresado por una persona entrevistada no debe limitar la utilización de ese pensamiento en el informe. Véase: Investigando la violencia contra las mujeres. Una guía práctica para la investigación y la acción, 2005, capítulo 13.
  • En Internet pueden encontrarse numerosas herramientas para estructurar y visualizar datos cualitativos, como transcripciones de entrevistas. Pueden resultar sumamente útiles para identificar temas, patrones y relaciones. El uso de estas herramientas, que a menudo son gratuitas, es relativamente fácil: los usuarios no tienen más que introducir sus datos en el programa y posteriormente podrán obtenerse las visualizaciones con sólo pulsar un botón. Herramientas como Wordle (en inglés) y Tagcrowd (en inglés) muestran agrupaciones sencillas de palabras, o “nubes de palabras”, mientras que Many Eyes (en inglés) y Leximancer (en inglés) ofrecen opciones de visualización de datos más sofisticadas.
  • A medida que se acumulan y estudian los datos, pueden elaborarse borradores de conclusiones, que deben contrastarse con las entrevistas que se siguen realizando y revisarse con nuevos análisis.

Determinación de las cuestiones de hecho

El supervisor debe:

  • Además de prestar atención a lo que se dice, tener en cuenta lo que se omite o no se dice.
  • Identificar temas y percepciones fruto de las entrevistas.
  • Hacer una lista con todos los temas encontrados, agrupar los temas similares y establecer un orden de prioridad en función de su importancia para las conclusiones de la investigación.
  • Buscar la relación entre los temas que a primera vista no parecen tener relación entre sí, a fin de ver los datos desde un nuevo punto de vista.
  • Agrupar los datos pertenecientes a cada tema en un solo lugar y buscar relaciones importantes entre ellos, así como relaciones entre los distintos temas; buscar las relaciones más importantes entre personas, sucesos, percepciones y patrones de conducta.
  • Decidir qué es importante para la investigación; buscar las normas y los patrones más habituales en cuanto a comportamientos, ideas, percepciones, actitudes y expresiones; tomar nota de las diferencias más notables.
  • Comenzar el proceso de redactar el informe.

(Adaptado de: Investigando la violencia contra las mujeres. Una guía práctica para la investigación y la acción, 2005, página 221)

  • Por ejemplo, en Violencia doméstica en Brasil: Análisis de obstáculos y enfoques para promover la reforma legislativa (en inglés), publicado en 2010, la autora llegó a las siguientes conclusiones: 
    • En Brasil, un delito cometido en público por un desconocido se considera más “grave” que el cometido por la pareja en privado. Ésta fue una opinión expresada por personas de a pie y también por autoridades, como prueba de la ineficacia y ausencia de respuesta por parte de la policía y la judicatura (pág. 77).
    • La ciudadanía no respeta la Ley Maria da Penha (en inglés), promulgada en 2006, porque a menudo no se obliga a su cumplimiento (pág. 89).
  • Ante estos hechos, la autora llegó a la conclusión de que el gobierno de Brasil ha incumplido su obligación de proteger a las mujeres como ciudadanas con los mismos derechos que los hombres (pág. 77).