- Cuando en los hospitales las sobrevivientes de violación son atendidas por personal no especializado, corren el riesgo de recibir atención inadecuada o poco ética. Pueden pasar largo tiempo de espera en la sala de emergencia y, cuando son atendidas, puede suceder que no reciban el tratamiento completo. El personal médico puede no estar suficientemente capacitado en recolección de pruebas forenses o en prestación de apoyo emocional a la sobreviviente.
- En los programas de enfermeras examinadoras de agresiones sexuales las enfermeras reciben capacitación específica para realizar exámenes de agresión sexual y prestar asistencia. En general, estos programas están diseñados para poner énfasis en la prestación de cuidados de calidad a las sobrevivientes. Las enfermeras generalmente atienden en consultorios especialmente asignados para ese fin, pero algunos programas cubren varios hospitales y, por tanto, la enfermera viaja. Incluso puede haber consultorios móviles para realizar los exámenes. (Jewkes, 2006).
- Generalmente se espera que las enfermeras presten asistencia de emergencia y que faciliten el acceso a servicios de apoyo continuo. Reciben capacitación especial en cursos aprobados y autorizados y se espera que brinden atención de salud integral. Algunos programas tienen personal a tiempo completo y otros funcionan con sistemas de guardia a demanda (Jewkes, 2006).
- Este modelo puede tener ventajas especiales para países en desarrollo donde el personal médico con frecuencia es escaso. Como las enfermeras prestan testimonio en los juzgados es esencial que el sistema jurídico reconozca su idoneidad y otorgue el mismo valor que al testimonio del personal médico. (Jewkes, 2006).
Lección aprendida: Para el éxito de los programas de enfermeras examinadoras, es crucial asegurar que las enfermeras capacitadas dispongan de los recursos y apoyo que necesitan, especialmente en entornos donde pueden tener responsabilidades adicionales además de la enfermería forense. Los gestores y gestoras pueden no reconocer que las necesidades de los servicios sanitarios para la violencia sexual deben tener prioridad sobre otros servicios de salud. Este ha resultado ser un problema, especialmente en algunos lugares fuera de América del Norte.
Ejemplo: El servicio forense de enfermeras examinadoras de agresiones sexuales (SANE por sus siglas en inglés) ha arrojado resultado positivos en los Estados Unidos. Una enfermera examinadora de agresión sexual es una enfermera certificada con estudios avanzados en examen forense de sobrevivientes de agresión sexual. La capacitación en SANE, aprobada por International Association of Forensic Nurses, exige 40 horas de clases y una práctica clínica de 40 horas adicionales (Taylor, 2002).
Las metas de SANE son: proteger a la sobreviviente de sufrir daños adicionales; proporcionar intervención en situaciones de crisis; recolección, documentación y preservación forense profesional de pruebas; evaluar y tratar infecciones de transmisión sexual; evaluar riesgos de embarazo y ofrecer prevención; evaluar, documentar y buscar asistencia para las lesiones; y derivar adecuadamente a las sobrevivientes para que reciban asistencia médica inmediata, y de seguimiento, así como orientación psicológica prolongada (Ledray, 1999). Un equipo SANE puede consistir en una profesional de salud, una agente policial y una defensora experta en casos de violación. Usando un enfoque de equipo, la sobreviviente solo tiene que relatar los hechos una vez. Solo la profesional de salud y la orientadora deben estar presentes durante el examen.
En los Estados Unidos, las pacientes de SANE tuvieron exámenes más largos y recibieron atención de mejor calidad. Esto se observa en el mayor porcentaje de exámenes físicos completados y el mayor porcentaje de kits de pruebas completados para entablar acción judicial. (Derhammer et al., 2000, cited in Martin et al., 2007)
Para obtener información completa sobre la implementación de un programa SANE, vea Sexual Assault Nurse Examiner (SANE) Development & Operations Guide (Manual de operaciones y desarrollo del programa de enfermeras examinadoras de agresión sexual) (Ledray, L./Washington DC: Office for Victims of Crime, U.S. Department of Justice, 1999). Disponible en inglés.