Para sostener un programa de ciudades seguras para las mujeres a lo largo del tiempo, es necesario lograr un equilibrio entre las perspectivas sociales, ambientales, económicas, y culturales. Cada una de estas formas de pensar sobre ciudades seguras para las mujeres incluye consideraciones específicas. Estas consideraciones son complementarias – cuando falta una, hay una laguna en el programa (Clement, K. 62). Por ejemplo, un programa de ciudades seguras para mujeres en India puede decidir abordar la seguridad del transporte para mujeres y niñas extendiendo este servicio hasta un barrio pobre cercano, pensando que será más seguro para las mujeres y niñas viajar a la ciudad en el transporte público que a pie. Sin embargo, si el programa no ofrece servicio gratuito para los habitantes del barrio pobre, la ampliación del servicio excluirá a muchas mujeres y niñas que no pueden pagarlo y no tendrá éxito en hacer que el transporte sea más seguro para su grupo meta.