Si los miembros de un programa de ciudades seguras para las mujeres saben de un espacio que puede ser inseguro, probablemente sea útil comprobar esta idea. Visite el espacio a diferentes horas del día y observe quién lo usa y cómo lo usan. Si son más hombres que mujeres los que usan un parque, pregunte si esto es así porque se trata de un lugar donde las mujeres se sienten inseguras. De lo contrario puede estudiar la historia de ese espacio. Pregunte si han habido incidentes de violencia en la zona, o si han habido acciones en el pasado por parte del gobierno, grupos de mujeres u otros para llamar la atención a los problemas de seguridad en ese espacio.
El “mapeo de la seguridad” es un ejemplo de este tipo de observación. Busque noticias, libros, artículos, u otros materiales sobre violencia contra mujeres y niñas en su ciudad o comunidad. Trate de encontrar temas en común, hallazgos y puntos de acceso a través de estas entrevistas y fuentes. Por ejemplo, si hay varias noticias sobre incidentes de violencia que suceden en la zona alrededor de una parada de subterraneorráneo, esto puede ser un indicador que la programación de ciudades seguras debe centrarse en esa área, o quizás en el sistema de transporte comunitario en general.