Para abordar las causas de la violencia hacia las mujeres y niñas y de su sensación de inseguridad, las políticas constitutivas de un programa de ciudades seguras para las mujeres y niñas deben tener un enfoque de género. Una política con perspectiva de género es una política que reconoce las inequidades características de las relaciones entre hombres y mujeres y es formulada para abordarlas proactivamente. También reconoce que los diferentes roles asignados a hombres y mujeres producen diferencias en el acceso y control de todo tipo de recursos (económicos y políticos entre otros). Una política con perspectiva de género entiende que ignorar las diferentes experiencias y necesidades de hombres y mujeres conduce a la inequidad. Finalmente, una política con perspectiva de género reconoce que cada acción, programa y política afectará a hombres y mujeres de diferente manera. Las políticas que incluyen la perspectiva de género están diseñadas para beneficiar tanto a los hombres como a las mujeres.
Cuando y donde ya están en funcionamiento las políticas y programas con perspectiva de género en una comunidad, es mucho más fácil implementar programas de ciudades seguras para las mujeres (Rainero, L.; Rodigou, M.; Pérez, S., 2006). Una red ya existente de iniciativas con enfoque de género puede aportar lo siguiente a los programas de ciudades seguras para mujeres:
- conocimientos sobre qué es útil y qué no lo es para las mujeres locales
- conocimientos sobre cómo funciona el poder local y los procesos de toma de decisiones
- contactos de recursos y asesoramiento
- información sobre la demografía, las preocupaciones de las mujeres sobre la seguridad, y las capacidades de las mujeres locales (Ministry of Community Services, British Columbia, 2006).