Para la programación de ciudades seguras para las mujeres se debe tener en cuenta que hay diferentes tipos de violencia en las ciudades y comunidades. También se debe reconocer que estos tipos de violencia afectan a las mujeres y a los hombres de manera diferente. Por ejemplo, en los espacios públicos, la violencia puede ser un acoso verbal en el tren subterráneo. Violencia también pueden ser grafiti con mensajes discriminatorios en un estacionamiento. Incluso la ausencia de servicios urbanos básicos, lo cual representa una carga adicional para las mujeres, es una forma de violencia. La violencia pública puede provocar que las mujeres y niñas tengan los siguientes sentimientos:
- Vergüenza de su cuerpo, género, raza, edad, cultura, aptitud, orientación sexual y otras condiciones sociales.
- Temor de ciertos lugares y que los eviten
- Temor de salir de sus casas solas y que eviten hacerlo
- Aislamiento del resto de la comunidad
- Sentirse incapaz de participar en la vida pública
- Inferioridad frente a otros usuarios (hombres) de espacios públicos
- Desconfianza hacia otros en la esfera pública, incluyendo los vecinos
- Sentirse incapaz de acceder a los servicios públicos, educación y esquemas de seguridad social en caso de desempleo (Cowichan Women Against Violence Society, 2002).