- La asistencia individualizada aplicada a la atención de sobrevivientes es: “un proceso colaborativo y multidisciplinario que valora, planifica, ejecuta, coordina, supervisa y evalúa las opciones y los servicios que permiten satisfacer las necesidades de una persona a través de la comunicación y los recursos disponibles para promover resultados eficaces y de buena calidad” (Case Management Society of Australia, 1998, según la cita del Comité Internacional de Rescate, 2012, p. 70).
- Estos son los cuatro pilares de la asistencia individualizada:
- Servicios individualizados basados en la elección de la sobreviviente
- Evaluación exhaustiva para identificar las necesidades de la sobreviviente
- Formulación participativa de un plan de servicio que satisfaga las necesidades de la sobreviviente y se elabore con su ayuda
- Coordinación efectiva de los servicios (adaptado del Comité Internacional de Rescate, 2012).
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La asistencia individualizada y el apoyo psicosocial difieren en que el principal objetivo de la asistencia individualizada es dar solución al espectro de necesidades inmediatas relacionadas con el incidente de violencia, mientras que el apoyo psicosocial se preocupa, en un sentido más amplio, por el bienestar general de las personas. A pesar de las diferencias, existen importantes nexos entre estos dos conceptos y a la hora de implementar programas de respuesta, la asistencia individualizada y el apoyo psicosocial pueden complementarse entre sí. Por ejemplo, puede proporcionarse apoyo psicosocial como parte del proceso de asistencia individualizada; y, gracias a la aplicación del enfoque de asistencia individualizada, los proveedores de servicios pueden ayudar a los sobrevivientes a examinar y manejar las consecuencias psicosociales de la violencia contra las mujeres y las niñas (adaptado de IRC, 2012, p. 72).