Establecimiento de programas y protocolos especializados

Última editado: October 30, 2010

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  • Los centros de salud, las escuelas, los centros de trabajo social y otros proveedores de servicios deben establecer programas especiales centrados en identificar y apoyar a las víctimas de violencia conforme a las leyes de reciente aprobación. Estos programas pueden presentar grandes variaciones dependiendo de la cuestión específica que abordan y del contexto en el que se crean. Sin embargo, la seguridad de las víctimas y la rendición de cuentas de los infractores deben estar en el centro de cualquier programa especial. Además, los programas deben integrarse de manera efectiva con las estructuras institucionales existentes y hacer todo lo posible para obtener la aceptación y la dedicación del personal a estos sistemas.
  • En muchos casos, los programas especiales centrados en la violencia contra la mujer adoptan la forma de centros integrales. Estos centros pueden ser una parte fundamental del programa de respuesta comunitaria coordinada e incluyen asesores, abogados, profesionales de la salud y apoyo de servicios sociales, todo ello en un solo lugar.

 

CASO DE ESTUDIO: India

En Mumbai, la asociación entre una ONG de política de salud y un departamento municipal de salud pública permitió la creación del primer centro de crisis para casos de violencia doméstica con sede en un hospital. El centro, conocido como Dilaasa, está ubicado cerca de la sala de urgencias del Hospital General Municipal K.B. Bhabha, de Bandra, Mumbai. Dilaasa, concebido como centro integral, dispone de un trabajador social, un médico a tiempo parcial y un psicólogo clínico a tiempo parcial. Un abogado visita también el centro una vez por semana.

El proyecto comenzó con una evaluación de las necesidades realizada por Dilaasa, asociación de organizaciones no gubernamentales, que examinó la estructura operativa de la respuesta del hospital a las víctimas y el conocimiento y la percepción del personal sobre la violencia doméstica. Se elaboró una lista de control de signos de violencia doméstica que se distribuyó por todo el hospital. Después de la evaluación de las necesidades, el proyecto puso en marcha un programa de formación de formadores para personal del hospital. Doce miembros del personal del hospital impartieron formación después al resto del personal médico y paramédico del hospital acerca de su función a la hora de identificar y responder a las mujeres que se presentan en el hospital y de las que sospechen que podrían ser víctimas de violencia. La evaluación de necesidades desembocó también en un nuevo programa en el hospital para ofrecer alojamiento de emergencia a las mujeres que no pueden ser admitidas en otros albergues locales. Las mujeres que cumplen los criterios establecidos son admitidas en el hospital para alojamiento de emergencia durante 24 horas.

Dilaasa está considerado como un departamento del hospital, lo que permite una integración importante. La información sobre el centro está disponible en todo el hospital mediante carteles y folletos. Todos los médicos tienen acceso a listas de control que ayudan a identificar a las víctimas de violencia doméstica. Cuando se remite a una mujer al centro, ésta se entrevista con un asesor que puede ayudarla en la planificación del refugio y la seguridad. También recibe información sobre sus derechos legales. Las mujeres que desean entablar acciones legales son remitidas al abogado de Dilaasa. A las mujeres que deciden no presentar una denuncia formal ante la policía se las anima a presentar una denuncia no vinculante, que permite que un agente de policía registre la declaración de la víctima sin entablar acciones formales contra el agresor en ese momento. Las derivaciones de víctimas a Dilaasa han aumentado sin cesar, desde 111 en el primer año de actividad hasta 340 en el cuarto año. Véase: Establecimiento de Dilaasa: Documentación de los desafíos (en inglés), Centro de Investigación sobre Salud y Temas Relacionados (CEHAT), 2005.

 

 

CASO DE ESTUDIO: Filipinas

Para aplicar con eficacia sus leyes nacionales, así como los acuerdos internacionales que ha ratificado en materia de violencia contra la mujer, el gobierno de Filipinas ha creado normas de actuación y herramientas de evaluación para cada uno de los diversos sectores que se ocupan de la violencia contra la mujer, tales como:

Asimismo, se diseñaron normas para la policía y los servicios psicosociales. Las normas de actuación se ocupan de políticas, instalaciones físicas, personal, recursos, servicios y protocolos, información y promoción y monitoreo y evaluación para la prestación de servicios a las víctimas de violencia contra la mujer. Las normas están vinculadas a la legislación nacional y a los acuerdos internacionales, a fin de ayudar a los proveedores de servicios a comprender las funciones que tienen encomendadas por ley. Véase: Normas de actuación y herramientas de evaluación para servicios que se ocupan de la violencia contra la mujer en Filipinas (en inglés), 2008, Base de datos del Secretario General de la ONU sobre la violencia contra la mujer.