- Los problemas específicos de protección de las adolescentes y las niñas suelen pasarse por alto en los programas que incluyen a las mujeres y las niñas dentro de un mismo grupo. Es esencial considerar a las adolescentes y niñas como un grupo aparte para entender las dificultades singulares a las que se enfrentan, y poder atender sus necesidades durante el conflicto (Siddiqi, 2012).
- Todavía faltan ejemplos de mejores prácticas para atender las necesidades de las niñas en situaciones de conflicto y posteriores a los conflictos. No obstante, las siguientes recomendaciones pueden servir para diseñar programas de lucha y prevención de la violencia contra las adolescentes y las niñas:
- Aumentar los fondos asignados a programas que van especialmente dirigidos a las adolescentes y las niñas.
- Alentar a las niñas a dirigir la evaluación, el diseño, la ejecución, la supervisión y el diagnóstico de todos los programas destinados a satisfacer sus necesidades. Los programas mejor intencionados no suelen conseguir la participación de las niñas en el proceso, y acaban trabajando en nombre de las niñas en lugar de hacerlo con ellas (Bruce, 2011). Las niñas poseen un alto grado de conocimientos y experiencia que son imprescindibles para el diseño efectivo de programas de prevención y lucha contra la violencia.
- Crear y sostener espacios seguros donde las niñas puedan relacionarse y formar comunidades así como compartir habilidades y experiencias (Bruce, 2011).
- Brindar la protección adecuada a los hogares encabezados por niñas solteras (véase la Gestión de campamentos).
- Apoyar la educación de las niñas y eliminar los obstáculos que impiden que accedan a la escuela.
- Ayudar a las niñas a desarrollar medios de vida y a acceder a ventajas económicas como las oportunidades de emprendimiento, los cursos de formación profesional o de conocimientos financieros (Paik, 2012).
Ejemplos: En su trabajo con sobrevivientes de la violencia de género en situaciones de emergencia y posteriores a los conflictos, el Comité Internacional de Rescate operó grandes cambios en la elaboración interna de sus políticas y programas, al conocer que el 45 por ciento de los todos los sobrevivientes del mundo que solicitaban asistencia a través de sus programas eran menores de 18 años. La organización, que daba por hecho que sus programas sobre las mujeres ayudaban a satisfacer las necesidades de las niñas, acabó reconociendo, gracias a un análisis más detallado de los datos, que el diseño de sus programas excluía de forma involuntaria a las niñas o exacerbaban su vulnerabilidad. Por ello, inició un debate interno (con las Dependencias de Protección y Empoderamiento de la Mujer, Protección del Menor, y Salud) y externo (en particular con el Consejo de Población, la Comisión de Mujeres Refugiadas y otras organizaciones) que permitió identificar las acciones necesarias para mejorar los programas para niñas adolescentes y evitar que estas resulten perjudicadas. Estas acciones son:
- Lograr una mejor definición y segmentación de los grupos a los que van dirigidos los programas
- Entender las necesidades propias de cada edad
- Crear espacios seguros y contratar a mentoras
- Desarrollar redes sociales positivas en colaboración con las mentoras
- Trabajar con las familias para establecer sistemas de apoyo a las adolescentes
Aprovechando este cambio de criterio y su amplia experiencia en estos ámbitos, el Comité Internacional de Rescate se propuso desarrollar modelos de programas integrados a fin de optimizar su respuesta colectiva para las adolescentes. (Extracto de Siddiqi, A., 2012, Missing the Emergency: Shifting the Paradigm for Relief to Adolescent Girls. Coalición para las adolescentes, p. 11.)
Recursos adicionales
Las Normas mínimas sobre la protección de la infancia en la acción humanitaria fueron elaboradas en Ginebra, en octubre de 2012, por el Grupo de Trabajo sobre la protección de la infancia. Véase también el corto de animación realizado por este grupo para promocionar la publicación de las normas mínimas.
Para más información sobre cómo hacer frente a la violencia contra las jóvenes y prevenirla, véase
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- Paik, K., 2012, The Path to Hope: Congolese Refugee Adolescent Girls in Nyarugusu Refugee Camp, Tanzania. Nueva York, Women’s Refugee Commission.
- Women’s Refugee Commission, The Untapped Potential of Displaced Youth.
- Véase el módulo Adolescentes y Jóvenes.
Organizaciones que trabajan con adolescentes y niñas |
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Comisión de Mujeres Refugiadas (Women’s Refugee Commission)
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La Comisión de Mujeres Refugiadas proporciona recursos, informes y programas para las adolescentes desplazadas. |
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The Girl Effect alberga recursos, documentos de investigación, campañas, vídeos y materiales especiales con el fin de empoderar a las adolescentes de todo el mundo.
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Fondo de Defensa Legal de Niñas Adolescentes (AGLDF, por sus siglas en inglés)
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El Fondo de Defensa Legal de Niñas Adolescentes (AGLDF) de Igualdad Ya ha desarrollado pautas para orientar mejor la lucha contra las violaciones de los derechos de las niñas y dotar a los sistemas jurídicos de los instrumentos necesarios para satisfacer las necesidades de las adolescentes. Desde 2012 ha trabajado, entre otras cosas, en casos de violación, secuestro y matrimonio forzado, en Etiopía; de violación de niñas estudiantes, en Zambia; de violaciones colectivas, en Kenya; y de violaciones por grupos de la policía, en Pakistán.
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Coalición para las adolescentes
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La Coalición para las adolescentes sirve de plataforma para el intercambio de informaciones, herramientas y recursos entre más de 30 organizaciones internacionales que diseñan, ejecutan y evalúan programas que benefician a las niñas en todos los países en desarrollo.
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Together for Girls es una alianza mundial del sector público y privado, que tiene como misión poner fin a la violencia sexual contra las niñas. Su acción se centra en tres pilares: realizar y apoyar la realización de encuestas nacionales sobre la magnitud y el impacto de la violencia contra los niños, en particular de la violencia sexual contra las niñas; respaldar programas de acción coordinados en respuesta a los datos recabados; y orientar la labor internacional de promoción y concienciación que dirige la atención sobre ese problema y ofrece soluciones basadas en datos empíricos.
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