- Uno de los aspectos fundamentales del desarrollo de un marco de prevención consiste en saber entender exactamente lo que significa la prevención en contextos humanitarios. La definición de prevención más común que se utiliza en la literatura sobre desarrollo proviene del sector de la salud pública. De acuerdo con el modelo de la salud pública, existen distintas fases de prevención de la violencia contra las mujeres y las niñas, que expresan los momentos en los que la intervención repercute en un problema concreto. Estas son:
- la prevención primaria, son las técnicas que se aplican antes de que se produzca la violencia;
- la prevención secundaria, son las respuestas que se proporcionan después de producirse la violencia, como respuestas inmediatas para mitigar sus consecuencias a corto plazo;
- la prevención terciaria, son las respuestas a largo plazo “para hacer frente a las consecuencias duraderas de la violencia y abordar las acciones de tratamiento de los agresores”. (CDC, 2004)
- La prevención ‘primaria’ suele ser el término utilizado por defecto para describir actividades concretas de prevención, dado que las fases secundaria y terciaria se solapan con las intervenciones clasificadas generalmente como de respuesta. El principal objetivo de la prevención ‘primaria’ consiste en evitar que las personas perpetren actos de violencia o los padezcan, mediante la supresión de las normas sociales y los factores ambientales que contribuyen a dicha violencia (p. ej., las actitudes y creencias que toleran la violencia contra las mujeres y las niñas, las políticas y las leyes, las prácticas institucionales, las desigualdades económicas, etc.). (Para más información, véase el módulo de Prevención primaria.)
- Los actores del ámbito de la violencia contra las mujeres y las niñas que trabajan en emergencias humanitarias han expresado cierta preocupación en cuanto al hecho de que el lenguaje de la prevención ‘primaria’ no refleja con exactitud la labor de prevención que se realiza, o debería realizarse, en las fases de preemergencia y de emergencia, cuando lo que está en el punto de mira es la reducción del riesgo, y no el cambio social a largo plazo. También hay quienes se preocupan por que la definición de la prevención primaria no incorpore de forma explícita perspectivas feministas y de derechos humanos, consideradas por muchos como de suma importancia para la elaboración de un marco de prevención. Esto es así sobre todo en el ámbito humanitario, donde el lenguaje más comúnmente utilizado para hablar de violencia contra las mujeres y las niñas se encuentra despojado de sus raíces feministas.
- Sigue sin existir una definición alternativa y definitiva de la ‘prevención’ en contextos humanitarios. La mayoría de recursos de prevención y respuesta a la violencia contra las mujeres y las niñas que se utilizan en emergencias humanitarias no cuentan con una definición de este concepto. Sin embargo, se ha incluido en varias herramientas de capacitación para hacer hincapié en las causas y los factores que contribuyen a la violencia contra las mujeres y las niñas. En cambio, la respuesta se centra en los impactos que tiene este tipo de violencia sobre las personas, las familias y las comunidades (véase Vann, 2004). Esta forma de concebir la prevención es útil en la medida en que su lenguaje implica la necesidad de abordar la naturaleza subyacente de la violencia contra las mujeres y las niñas en las actividades de prevención, desde un punto de vista feminista y de derechos humanos. Resulta también útil para establecer una distinción entre las actividades de prevención y de respuesta, con mayor claridad que el lenguaje de salud pública. A partir del lenguaje original utilizado por Vann, se propone la siguiente definición:
La prevención incluye cualquier actividad que tenga como objetivo principal eliminar las condiciones sistémicas que propician la violencia contra las mujeres y las niñas. Esto incluye abordar los factores de riesgo y protección que han sido identificado a través de datos empíricos sobre las víctimas y los agresores, así como las causas subyacentes de la violencia contra las mujeres y las niñas que se relacionan con la discriminación sufrida por mujeres y niñas en sistemas patriarcales.
- Esta definición de la prevención primaria es menos restrictiva que la propuesta por el sector de la salud pública dado que no se refiere exclusivamente a actividades que se realizan antes de que estalle la violencia. Asimismo, se diferencia realmente de las actividades de respuesta, ya que establece como objetivo principal de la prevención la eliminación de la violencia engendrada por las condiciones sistémicas que inducen a cometer estos actos (p. ej., las condiciones que afectan a más de una persona), mientras que las condiciones que afectan a una sola persona suelen ser abordadas en la respuesta (p. ej., el traslado de un sobreviviente a una casa refugio para protegerle contra nuevos actos de violencia). Esta definición también presenta el problema de la discriminación como causa subyacente de la violencia contra las mujeres y las niñas. Al hacer referencia explícita a los factores de riesgo y protección, esta definición también pretende sustentarse en los datos empíricos relacionados con el marco ecológico, que se describe a continuación.