Es necesario ayudar a las mujeres y niñas en formas que promuevan su bienestar y seguridad para ayudarlas a superar eficazmente los efectos de la violencia y a lograr sus metas para tener una vida libre de violencia (Secretario General de las Naciones Unidas, 2006a.b). Esto incluye una línea uniforme de servicios que apoyen a las mujeres maltratadas para que se alejen de las relaciones y circunstancias violentas, superen los efectos físicos, emocionales y sociales de la violencia (por ejemplo, angustia emocional, trauma, impacto sobre las relaciones familiares y sociales, pena, pérdida), lidien con las consecuencias prácticas (por ejemplo, desafíos económicos, custodia de los hijos, temas legales) y hagan la transición a un nuevo hogar o comunidad (por ejemplo, accedan a una vivienda asequible y segura, consigan un empleo e ingresos).
La investigación sugiere la importancia del apoyo social y el acceso a los recursos de la comunidad para ayudar a las mujeres a dejar con éxito situaciones de violencia de su compañero íntimo. A menudo las mujeres informan que regresan a las relaciones abusivas debido a la falta de empleo (Hofeller, 1982; Strube & Barbour, 1983) y a que dependen económicamente de su pareja (Aguirre, 1985; Johnson, 1988; Rumptz & Sullivan, 1996).
Los refugios aprovechan las prestaciones emergentes y de mediano plazo que ofrecen a las mujeres y las empoderan para atender sus diversas necesidades y lograr sus metas personales, y las utilizan para prestan servicios de desarrollo económico, asistencia de vivienda y acercamiento. Los refugios ayudan a las mujeres específicamente a prepararse para tener una vida a salvo, independiente y continua en la comunidad. Dicho apoyo prepara mejor a las mujeres para que regresen con éxito y seguridad a la comunidad.