Cuando una mujer ingresa a un refugio, puede necesitar información, asesoramiento o representación legal para asuntos judiciales en relación con órdenes de alejamiento, entender sus derechos legales, trámites legales de divorcio, inmigración, asilo (por ej. en casos de trata de personas) y pleitos por custodia y visita (a veces llamado contacto y residencia). Durante los primeros tiempos de su estadía en el refugio, pueden surgir muchos problemas legales para los cuales la mujer necesitará tener acceso a recursos jurídicos.
Es importante ayudar a las mujeres a que consigan los servicios de una promotora que las apoye con todas las decisiones que deben tomar y los procedimientos legales que siguen a la denuncia inicial de la violencia. La participación del sistema legal en el caso de una mujer, incluidas las distintas autoridades que pueden o no ser sensibles a la dinámica de la violencia de género, puede generar una situación de desempoderamiento de las mujeres, quienes deben lidiar con una serie de decisiones y problemas inesperados. Por ejemplo, en casos de violencia doméstica, tendrá que decidir qué hacer cuando el agresor sea liberado, a dónde ir, qué decirle a sus hijos(as), cómo acceder a recursos financieros, y qué decirle a las autoridades si no quiere irse de su casa
Combinadas con las emociones de la experiencia violenta, estas decisiones son aún más difíciles. Una promotora puede ser esencial para:
- Ofrecer solidaridad y asistencia a la mujer para que afronte la crisis y las decisiones inmediatas necesarias.
- Ayudarla a conseguir los recursos que necesita para abordar su situación específica.
- Proporcionar el nivel de apoyo que necesita la mujer para no sentirse abrumada, sin apoyo, e incapaz de seguir adelante con los procedimientos legales (que pueden hacer que la mujer decida retirar la orden de alejamiento, no continuar con el juicio, y ser reticente a tener contacto con el sistema legal en el futuro).
- Asistir a todas las comparecencias judiciales; acompañar a la sobreviviente, si lo solicita, a las comparecencias judiciales; y ayudarla en el trato con el personal del tribunal. Cuando la mujer no comparece, la promotora le informa sobre los resultados del proceso.
- Tener contacto con la mujer a lo largo del proceso judicial para mantenerla informada sobre el desarrollo y el resultado del caso, y para ayudarla con sus deseos sobre el caso mediante comunicación con el personal del tribunal.
Cuando las promotoras toman el contacto inicial con las mujeres involucradas en el sistema de justicia penal después de un incidente de violencia, ayuda a que la mujer tenga la oportunidad de recibir apoyo e información que puede serle útil para considerar sus opciones legales. Si se espera que sean las mujeres quienes inicien contacto, ellas no recibirán apoyo eficaz para conseguir los servicios que necesitan para tener seguridad en un momento que es crucial ya que son más vulnerables a la influencia de su agresor y a que ocurra más violencia
La mujer suele no poder o no querer iniciar el contacto con defensores legales por diversas razones:
- Tuvo experiencias negativas cuando buscó ayuda anteriormente, lo cual reduce la probabilidad de que pida ayuda otra vez.
- Teme que la culpen o acusen, o que el agresor convencerá a las autoridades que la mujer está en falta o ha cometido un delito.
- Teme a las represalias del agresor.
- Se siente abrumada y alterada.
Los refugios pueden desempeñar una función en la defensa legal de las siguientes maneras:
- Reciben derivaciones de las instituciones policiales que toman contacto con sobrevivientes, y les ofrecen apoyo de acercamiento para ayudarlas a tratar con el sistema judicial.
- Ofrecen servicios de asesoramiento legal en el refugio.
- Facilitan el acceso a consultas con asesores legales que tienen conocimiento específico de los problemas que enfrentan las mujeres que han sufrido o están en riesgo de sufrir determinadas formas de violencia. (Thelen, 2000).
Ejemplo: Hacer justicia en casa, Colorado, Estados Unidos
Durante seis años, un vehículo recurso contra la violencia doméstica (DV/RV por sus siglas en inglés) ha recorrido más de 18.000 millas cuadradas en las montañas Rocosas en el Estado de Colorado para proporcionar representación legal gratuita a víctimas de violencia doméstica, violencia en citas, acecho y agresión sexual. Un subsidio del estado y donaciones apoyan esta oficina jurídica itinerante y programa de rescate que en ese período de tiempo atendió a más de 1.500 personas y les ofreció remedios legales para la violencia de pareja. El programa legal llamado "The Bringing Justice Home Project" (Proyecto para hacer justicia en casa) es una iniciativa de Crossroads Safehouse, una organización de refugio y servicios contra la violencia doméstica.