Los grupos de apoyo han evolucionado a partir de entender los beneficios que aporta el grupo de pares a las mujeres víctimas de abuso en los refugios y otros contextos comunitarios. Se basan en los principios de la construcción de la autoestima, autodeterminación y empoderamiento.
Los refugios pueden ofrecer grupos de apoyo solo para mujeres que residen en el refugio, solo para mujeres que viven en la comunidad o tanto para las residentes de los refugios como para las mujeres que residen en la comunidad circundante. Tener grupos de apoyo en todos los entornos es beneficioso, aunque pueden ser especialmente importantes en los entornos donde hay pocas orientadoras o capacidades limitadas.
Entre otros beneficios, los grupos de apoyo:
- Proporcionan un espacio seguro para el relacionamiento interpersonal que posibilita que las mujeres hablen abiertamente sobre los problemas y temas que suelen ser considerados experiencias innombrables en casi todos los otros ambientes.
- Emplean un enfoque social al tratar los temas sociales que rodean al abuso para hacer posible que las mujeres perciban los factores públicos y políticos que influyen en su experiencia.
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Promueven lazos sociales que pueden contrarrestar el aislamiento y la vergüenza generados por los incidentes de violencia o el abuso continuo. Compartir las historias de vida con otras mujeres que han tenido experiencias similares puede reducir los sentimientos de vergüenza y culpa, y ayuda a las mujeres a aprender estrategias de afrontamiento ante la sensación de incompetencia.
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Puede ser especialmente beneficioso en contextos de bajos recursos, donde el acceso a la orientación individual u otros servicios es limitado.
Los pasos clave para crear grupos de apoyo incluyen:
- Planificar para el grupo (incluir metas y objetivos)
- Asegurar que los roles y responsabilidades las facilitadoras sean claros y que tengan las competencias indicadas
- Desarrollar políticas y protocolos de grupo
- Implementar sesiones de grupo