Antes de todas las sesiones, las orientadoras deben familiarizarse con la historia de la mujer que busca apoyo (por ejemplo, circunstancias, necesidades, recursos, fortalezas) y otra información conocida durante su estadía en el refugio. También puede ser útil consultar a otros proveedores de servicios o al personal del refugio que trabaja con la mujer, respecto a su progreso y a cualquier problema emergente o ayuda especial que se requiera.
Las sesiones de orientación deben durar lo suficiente (por ejemplo, un mínimo de una hora para la sesión inicial) para asegurar que la mujer pueda conversar sobre sus problemas libremente y que se cuenta con tiempo para evaluar el progreso realizado, discutir soluciones y planificar los siguientes pasos.
El personal debe intentar cultivar vínculos con cada mujer:
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Ofreciéndole una bienvenida cálida y de aceptación
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Reconociendo y respondiendo a los sentimientos de la mujer
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Transmitiendo atención y preocupación a través de las palabras, tono de voz, expresiones faciales y lenguaje corporal
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Procurando generar confianza y comodidad
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Facilitando el flujo de la conversación
Durante cada sesión, el personal debe respaldar a la mujer para aclarar el problema procurando comprender y explorar:
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Los problemas principales de la mujer y sus sentimientos sobre esos problemas
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Los esfuerzos que realizó anteriormente la mujer para buscar ayuda
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El sistema de apoyo de la mujer
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Las metas de la mujer al atender el problema
Las orientadoras también deben ayudar a la mujer a explorar alternativas, identificar y movilizar los tipos de asistencia y recursos que necesita para lograr sus objetivos. A través del intercambio de opiniones sobre las opciones disponibles, ellas pueden ayudar a determinar qué interés tiene la mujer en acceder a los servicios recomendados.
Las sesiones de orientación pueden contribuir al proceso de planificación del caso, que ayuda a las mujeres para que accedan a los servicios identificados y otros recursos necesarios para lograr sus objetivos. Algunos procesos de orientación pueden desarrollar un plan con actividades y apoyos que suministrará el personal del refugio (por ejemplo, la coordinación de una cita con un asesor legal) así como la sobreviviente (por ejemplo, repasar la información que recibió respecto a la consulta jurídica, identificar preguntas, asistir a la consulta y realizar el seguimiento de planes o actividades desarrolladas durante la consulta). Tales planes son específicos para cada mujer y varían dependiendo de la situación (por ejemplo, nivel de peligro y efectos relacionados) circunstancias y objetivos de la mujer (Organización Internacional para las Migraciones, 2007).