La planificación de la seguridad es un servicio crucial que ofrece el personal de los refugios. Ayuda a las mujeres a entender mejor los factores que afectan su propia seguridad (y la de sus hijos(as) y a desarrollar estrategias para reducir el riesgo de sufrir daños y violencia en el futuro.
La planificación de la seguridad contribuye a que las mujeres estén a salvo a corto y largo plazo, y se puede usar para ayudar a la mujer a administrar y minimizar el daño sufrido durante un incidente de violencia o en relaciones abusivas, así como a dejar una situación violenta.
Una planificación completa de la seguridad implica trabajar con las mujeres para:
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Entender los riesgos personales (basados en una evaluación de los riesgos minuciosa, e identificar estrategias para reducir los riesgos de sufrir más violencia física.
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Identificar y documentar una variedad de estrategias individualizadas para mantenerse segura contra los abusadores, y satisfacer las necesidades humanas básicas tales como ingresos, vivienda, atención de la salud, alimentos, así como cuidado y educación infantil.
El personal de refugio debe trazar planes de seguridad en colaboración con las mujeres, y para ello usar herramientas interactivas diseñadas con ese fin y aprovechar el conocimiento de la mujer sobre sus circunstancias y entorno particulares. Esto es especialmente importante para que las mujeres que sean dueñas de sus propios planes y los implementen, y que la mayoría de las sobrevivientes tomen medidas para mantenerse ellas y sus hijos(as) a salvo.
Al igual que con todos los servicios de refugio, el proceso de planificación de la seguridad debe ser empoderador y reforzar el rol de la mujer de experta en su propia vida, y reconocer su situación y necesidades específicas. El personal debe usar los métodos mencionados para hacer aportes en relación con los riesgos de la mujer que junto con la información sobre recursos externos pueden ser valiosos para fortalecer el plan y la capacidad de la mujer para implementarlo.
Es probable que los planes de seguridad fluctúen en la medida en que las mujeres reflexionan sobre sus circunstancias y pueden cambiar con el tiempo. Se deben revisar periódicamente con la mujer para asegurar que reflejen sus inquietudes y circunstancias actuales.
La mayor parte de la orientación sobre planificación de la seguridad se ha desarrollado para situaciones de violencia doméstica, aunque están apareciendo prácticas de planificación de seguridad para mujeres y niñas que sufren otras formas de violencia (por ej. trata de personas, matrimonio forzado, “crímenes por honor”, etc.). Al igual que con las evaluaciones de los riesgos, existen una variedad de herramientas para trazar planes de seguridad, y se deben adaptar según corresponda para trabajar con sobrevivientes en lugar de implementarlas como una lista de verificación que se debe completar (Parkes, 2007; Davies, 2009).