Disposiciones relativas a la función de los tribunales en la aplicación de las leyes

Última editado: October 30, 2010

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  • Los tribunales desempeñan un papel esencial en la aplicación de la legislación que prohíbe la violencia contra la mujer, ya que sobre ellos recae la responsabilidad última de los resultados de los casos. Los tribunales pueden abordar las necesidades de las muchas víctimas de violencia contra la mujer proporcionando a las víctimas contactos con servicios, vigilando el comportamiento de los agresores y ordenándoles intervenciones adecuadas, y protegiendo a las mujeres de quienes les han infligido abusos. Los tribunales fuertes y comprometidos con la aplicación de la legislación que prohíbe la violencia contra la mujer deben utilizar también su autoridad para demostrar públicamente el compromiso de los sistemas de justicia civil y penal con el tratamiento efectivo de los delitos de violencia contra la mujer.
  • Muchas leyes definen también funciones especiales de los tribunales y los fiscales en relación con la aplicación eficaz. En general, estas leyes se centran en:
    • Prescribir o promover protecciones especiales para las víctimas en el tribunal;
    • Exigir el desarrollo de juzgados o tribunales especializados;
    • Exigir el establecimiento de unidades especializadas del ministerio público;
    • Exigir formación para jueces y fiscales; y
    • Exigir la elaboración de políticas, procedimientos y protocolos especiales para gestionar los casos de violencia contra la mujer.
  • La Ley de Protección de la Mujer frente a la Violencia Doméstica (en inglés) de la India expone los deberes de los jueces cuando se ocupan de casos de violencia doméstica, incluidos el marco temporal de los casos, la capacidad de llevar a cabo audiencias en privado y la potestad de llamar a proveedores de servicios especializados para que ayuden en el caso. La ley expone también los tipos de recursos que pueden ordenarse.
  • La Ley de Familia de Serbia exige el establecimiento de tribunales colegiados especializados para los casos de violencia doméstica y expone procedimientos especiales que los tribunales deben seguir en casos de violencia doméstica. Véase: Ley de Familia (en inglés), Base de datos del Secretario General de la ONU sobre la violencia contra la mujer.
  • Algunas leyes se ocupan también de las funciones de otros miembros del personal de los tribunales. La ley sobre violencia doméstica de Albania exige que los agentes judiciales reciban formación relacionada con su deber de entregar las órdenes de protección de manera inmediata. Véase: Ley de Medidas contra la Violencia en las Relaciones Familiares (en inglés), art. 7. La ley sobre la violencia doméstica de España prevé tribunales especializados en violencia contra la mujer en los que todos los funcionarios, desde los jueces hasta los secretarios judiciales, deben recibir formación en cuestiones relativas a la violencia de género en la que se introducirá el enfoque de la “discapacidad de las víctimas”. Véase Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género, art. 47.

 

El poder de la respuesta de los tribunales a las víctimas

  • Las mujeres víctimas de violencia que buscan ayuda de los tribunales dan un paso inmenso. A menudo se ponen en peligro de sufrir represalias y violencia adicional por parte de los agresores por el mero hecho de buscar justicia. Esta preocupación es común a todas las formas de violencia contra la mujer. Un estudioso ha descrito la experiencia de las mujeres en el sistema judicial como una “negociación entre las mujeres y el Estado acerca de la protección frente a hombres violentos y abusivos”. El proceso y los resultados de esta negociación son de fundamental importancia porque transmiten mensajes a las mujeres y a los hombres acerca de cómo ve el Estado a las partes y las acciones que han llevado a cabo. En muchos casos, los mensajes que las partes reciben determinan el comportamiento futuro y pueden tener un impacto decisivo en la seguridad de las mujeres.
  • Estos mensajes se transmiten a menudo a través de la actitud, el lenguaje y otros comportamientos de los jueces, los fiscales y los empleados de los tribunales, no necesariamente a través del resultado último del caso. Los jueces, en su condición de responsables de tomar decisiones designados por el Estado, tienen que desempeñar un papel decisivo. Cuando el comportamiento y el lenguaje de los jueces expresan a las mujeres que el coraje que demuestran al presentarse es valorado, que su seguridad es primordial y que la violencia es inaceptable, las mujeres pueden cobrar ánimo para dar otros pasos para protegerse. También es más probable que se disuada a los hombres de cometer nuevos actos de violencia. Por el contrario, cuando los jueces interactúan con las mujeres víctimas mediante comportamientos demasiado formales y burocráticos, desdeñosos o denigrantes, se comunican mensajes peligrosos a las víctimas y a los agresores.
  • Estos motivos de preocupación pueden abordarse en parte mediante la formación y el desarrollo de tribunales y unidades del ministerio público especializados. No obstante, los jueces y otras personas que gestionan casos de violencia contra la mujer deben reexaminar constantemente las estructuras normativas y sus propios comportamientos para garantizar que el sistema de justicia promueve la aplicación eficaz de las leyes relativas a la violencia contra la mujer mediante cada interacción. Véase: James Ptacek, Mujeres maltratadas que van a juicio: El poder de las respuestas judiciales, 1999 (en inglés).