Es ampliamente reconocido que es necesario un refugio formal para proporcionar el nivel de seguridad y la variedad de servicios de protección, psicosociales, legales y otros que necesitan las mujeres y niñas para escapar de la violencia de género. Se han desarrollado opciones de alojamiento alternativo en las muchas comunidades donde no hay refugios o donde no hay suficiente espacio de refugio para alojar a las mujeres y niñas que necesitan protección física.
Cuando está vinculada al refugio formal o servicios de apoyo a la sobreviviente, las opciones de alojamiento alternativo ofrecen una estrategia viable para promover el acceso de emergencia a alojamiento seguro para mujeres de las comunidades con insuficientes recursos de refugio.
Los modelos de alojamiento alternativo varían según la zona geográfica y los recursos. Abarcan:
- Hogares seguros, que pueden ser espacios residenciales privados que los miembros de la comunidad ponen a disposición temporariamente para mujeres que huyen de la violencia, o casas comunitarias, más públicas, donde las sobrevivientes pueden alojarse y son vigiladas por la comunidad.
- Espacios seguros de emergencia, que pueden establecerse en varias localidades de la comunidad (por ej. hoteles, habitaciones en hospitales o centros médicos e iglesias).
- Alojamiento privado confidencial, son casas o apartamentos más seguros para las sobrevivientes que necesiten alojamiento discreto o tienen necesidades diarias y de seguridad específicas que no pueden conseguir en los alojamientos comunales.
- Programas de santuario que permiten que las mujeres permanezcan en sus propios hogares y alejan al perpetrador.
- Realojamiento rápido, que ofrecen opciones inmediatas, estables y seguras de vivienda como alternativa a permanecer en los refugios.
Con cualquier modelo alternativo, los riesgos de seguridad específicos y las opciones seguras para las sobrevivientes deben considerarse antes de decidir si un enfoque en particular es una opción viable para la mujer y los niños o niñas que la acompañan. Por ejemplo, los hogares comunitarios o espacios de emergencia no suelen ofrecer medidas de seguridad reforzadas y pueden no ser apropiados para mujeres que corren riesgo de violencia letal, si el perpetrador la ha amenazado o si posee un arma.
Los modelos alternativos también requiere mayores niveles de colaboración, compromiso y capacidad de cumplimento por parte de los actores de seguridad y judiciales para asegurar que la medidas de protección (por ej. patrullas focalizadas, respuestas rápidas, e imponer las órdenes de alejamiento) pueden ser implementadas eficazmente si es necesario. Esto se puede apoyar mediante alianzas formales y programación conjunta entre refugios de mujeres/organizaciones de promoción, policía y fiscales.
Aunque en algunas comunidades el alojamiento alternativo puede ser la única opción para las mujeres que huyen de la violencia, es importante que las organizaciones proporcionen apoyo para que dichos enfoques informen totalmente a las sobrevivientes y otros involucrados (anfitriones comunitarios, comercios u otros proveedores de servicios que alojan o asisten a las mujeres) sobre los riesgos potenciales que conlleva el modelo y desarrollen planes conjuntos para minimizar y responder ante dichos riesgos.