Los estudios sobre la eficacia general de los refugios, con frecuencia incluyen un centro o un número limitado de centros y suelen tener una tasa elevada de deserción (o mujeres que abandonan el estudio antes de que haya concluido). Esto es de esperarse dados los cambios que enfrentan las mujeres durante su estadía en el refugio. Aunque estos estudios contribuyen en gran medida a entender los refugios en general, es difícil llegar a conclusiones más generales a partir de ejemplos pequeños con otras consideraciones metodológicas, especialmente a raíz de la variación local en cuanto a capacidad, programación y características del servicio. (Giles-Sims, 1983; Berk et al., 1986; Sedlak, 1988; Cannon and Sparks, 1989; McNamara et al., 1997; McNamara et al., 2008; Tutty et al., 1999; Garza, 2002; Abitbol-Devine, 2003; Lyon, et al., 2008).
Estudios extensos y no comparativos de Estados Unidos, Irlanda y Escocia ponen en relieve que las experiencias de las mujeres en los refugios pueden contribuir a que aumenten sus esperanzas en el futuro, su autoestima y la toma de sus propias decisiones, también a que se sientan más cómodas cuando soliciten ayuda, hablen de sus inquietudes, y aprendan sobre sus opciones y los recursos que ofrece la comunidad. La experiencia también puede ayudar a las mujeres a ser más optimistas sobre su capacidad de alcanzar objetivos por sí mismas, actuar por cuenta propia y planificar su seguridad. Estas conclusiones se referían especialmente a mujeres que habían estado en el refugio por períodos más largos (estadía promedio de 22 días, con alojamiento disponible hasta por un año), aunque todas las mujeres expresaron conformidad con los servicios del refugio en general en cuanto a satisfacer sus necesidades. Véanse los recursos desarrollados por el estudio (Lyon et al., 2008).
Los estudios indican que existe potencial de mejorar la salud mental, la calidad de vida, la autoestima, la capacidad de sobrellevar la situación, el empoderamiento de las mujeres y, en algunos casos, resultados relacionados con síntomas de depresión y trauma. También existe potencial de mejorar la planificación de la seguridad y el conocimiento de las mujeres sobre los recursos de la comunidad. Cabe señalar que algunos estudios extensos asocian el potencial de los refugios de contribuir a obtener mejoras tangibles en los resultados, con la etapa de la toma de decisiones de las mujeres con respecto a la relación y su disposición para ponerle fin (Bennett et al., 2004; Berk et al, 1986; Campbell et al., 1995; Garza, 2002; Lyon et al., 2008; McNamara et al., 1997; McNamara et al., 2008; Tutty et al., 2006).