- Propósito: Una visión y un propósito compartidos, traducidos en planes de acción con hitos (es decir los resultados o metas que han de alcanzarse en diferentes momentos de la ejecución de la campaña) y plazos para cumplir los compromisos (véase también Planificación de las actividades en esta sección).
- Condiciones de la participación: Unas condiciones estrictas de participación determinarán a) los papeles de los diferentes agentes de la campaña, b) el tiempo y los recursos que cada agente (ya sea un particular o una organización) aportará a la campaña, c) quién se encargará de recaudar fondos complementarios, y los mecanismos de rendición de cuentas respecto de los fondos recaudados, d) los procesos de gestión, como los canales de comunicación, la periodicidad de las reuniones, los métodos de documentación, las normas para la resolución de conflictos y otros aspectos del trabajo conjunto eficiente. Deberían definirse y enunciarse explícitamente la autoridad y los procesos de adopción de decisiones y garantizarse el cumplimiento mediante mecanismos apropiados.
- Recursos: Deben asignarse a la campaña fondos, materiales y tiempo suficientes. En una alianza en que las responsabilidades de la campaña se distribuyen entre varios miembros, es conveniente ponerse de acuerdo sobre los fondos que cada miembro asigna a la campaña o acuerda aportar, así como el período de tiempo mínimo que cada miembro de la organización dedicará a la campaña (por ejemplo medio día de trabajo por semana). Para algunos aspectos de la campaña, podría necesitarse un liderazgo superior o personal altamente especializado: también debería definirse y seguirse su contribución.
- Proceso y estructura: Una campaña tendrá niveles múltiples de participación, de modo que la definición de funciones y responsabilidades claras es importante. Así pues, puede asignarse un coordinador para la gestión diaria de la campaña. Mediante grupos de tareas pueden reunirse diferentes miembros para que se ocupen de aspectos concretos de la campaña, como la comunicación, la vigilancia y evaluación, o subtemas determinados. Las obligaciones financieras deberían distribuirse entre varias personas a fin de garantizar mecanismos adecuados de control. Las estructuras y los procesos poco claros o no democráticos podrían desmoralizar a los miembros de la alianza y debilitar una campaña. Los procedimientos escritos transparentes que establecen una división de responsabilidades entre varios miembros de la alianza pueden contribuir a prevenir las crisis.
- Flexibilidad y capacidad de respuesta: Las emergencias podrían requerir la adopción de decisiones urgentes basadas en la consulta limitada y rápida con otras personas. Es fundamental definir los procedimientos de emergencia temprano en el proceso de planificación. Estos procedimientos o planes para situaciones imprevistas deberían incluir criterios respecto de qué constituye una emergencia a fin de evitar malentendidos y posibles abusos.
Una campaña satisfactoria exige la reorientación de las competencias a lo largo del tiempo, a medida que se alcanzan las metas o los hitos intermedios de la campaña. Así pues, cada fase del modelo de etapas del cambio de la campaña Raising Voices (Uganda) y de We Can (Asia Meridional) exige diferentes tipos de mensajes y actividades, que a su vez determinan la necesidad de diferentes competencias en el equipo de la campaña. Estos “desafíos con fines de adaptación” (Heifetz y Laurie, 1997. The Work of Leadership) deben reconocerse, planificarse y tenerse en cuenta.