Es importante recordar que las campañas son solo un aspecto de una iniciativa amplia para prevenir y abordar la violencia contra las mujeres y niñas. Las iniciativas integrales a nivel nacional para poner fin a la VCM deben incluir intervenciones comunitarias, servicios para supervivientes de la VCM, capacitación de los profesionales pertinentes (por ejemplo personal de salud, de policía y judicial), leyes eficaces y el control de su aplicación, apoyo para hombres que deben poner fin a comportamientos violentos (por ejemplo a través de actividades con sus pares), así como programas en escuelas y universidades para informar y empoderar a los niños y jóvenes para prevenir la VCM (VicHealth, 2005. Review of Communication Components of Social Marketing...).
Teniendo esto en cuenta, es importante examinar cómo una campaña se integra en el contexto general de los esfuerzos por eliminar la VCM. Por ejemplo, las campañas que instan a las supervivientes de la violencia a buscar ayuda o refugio en zonas donde estos servicios son limitados o no existen, pueden poner a las supervivientes en mayor riesgo y causar más daños que beneficios. De forma similar, al planificar campañas destinadas a mejorar las políticas para poner fin a la VCM, primero deben evaluarse las políticas existentes y el entorno de adopción de decisiones y tener en cuenta las brechas, las posibles superposiciones y los conflictos en otras zonas.