La planificación estratégica es el proceso de análisis de la situación actual, el establecimiento de objetivos para el futuro y la determinación de la forma de alcanzar eficazmente estos objetivos. La planificación de la campaña no es un mero preludio de la campaña propiamente dicha; reviste importancia central para la organización eficaz de la campaña y debería recibir tanta atención y dedicación como las siguientes actividades de la campaña. Lo cierto es que el éxito de una campaña está vinculado indisolublemente con el rigor con que se ha planificado desde un principio; el análisis del contexto, la detección de los problemas y las soluciones, la individualización del público destinatario y el trazado del curso de acción apropiado incrementan las posibilidades de cumplir los objetivos de la campaña (Coe y Kingham, Tips on Good Practice in Campaigning). Lo ideal es que todos los miembros del equipo de la campaña o la alianza participen en la planificación, así como los interesados fundamentales, en particular los representantes del público destinatario.
En esta sección se describen los primeros pasos decisivos de una campaña: la investigación y el análisis que deben emprenderse para: a) determinar por qué o cuándo comenzar una campaña, b) definir el tema de la campaña (el problema), c) determinar los interesados a los que estará destinada o que participarán, y d) elaborar el enfoque apropiado para la campaña que responda mejor al tema. En la sección siguiente se explica la forma de elaborar la Estrategia de una campaña, la guía o el curso de acción para la ejecución eficaz de la campaña.
Recuerde:
Tanto los procesos de planificación de la campaña como los de la estrategia de la campaña pueden superponerse y en algunos casos pueden ser intercambiables. Una forma sencilla de distinguir entre los dos es la siguiente: la planificación determina QUÉ hacer, mientras que la estrategia determina CÓMO hacerlo.
En el caso de las campañas, la etapa de planificación formula la pregunta: ¿Qué debe cambiar? Para responder, se requieren un análisis de la situación y el problema concreto que ha de abordarse, un propósito que oriente la campaña y una visión del futuro al que la campaña se propone contribuir. La etapa de planificación también formula las preguntas siguientes: ¿Cómo contribuirá la campaña al cambio? y ¿Quiénes son los principales interesados? Para responder, deberá formularse una teoría del cambio apropiada y llevar a cabo un análisis pormenorizado de los interesados. Todo esto sienta la base para luego elaborar una estrategia de la campaña que se centre en los objetivos, los resultados y los tipos de acción que deben ejecutarse (por quién, cómo y cuándo). La estrategia también determinará cómo llegar al público destinatario y atraer a los posibles aliados y participantes a la campaña.