Cuando la vigilancia basada en la comunidad no es viable, por ejemplo, en contextos donde la infraestructura es inadecuada y los recursos escasos, proporcionar seguridad y protección a mujeres y niñas a nivel local se convierte en un desafío. Las comunidades pueden estar ubicadas a considerable distancia de la comisaría más cercana, con medios de comunicación y transporte escasos o inexistentes, lo cual limita la posibilidad de la policía de implementar medidas para prevenir incidentes de violencia. Otras barreras que impiden que las mujeres gocen de seguridad adecuada en varios entornos urbanos y rurales son los desafíos relacionados con el temor a la estigmatización o represalias en respuesta a la denuncia de los abusos, y la falta de confianza en la policía.
Junto con los esfuerzos a largo plazo para fortalecer la presencia y la capacidad de la policía dentro de las comunidades, hay varios enfoques que puede tomar la policía y otro personal uniformado o grupos locales de seguridad, donde sea relevante, para mejorar la prestación de seguridad, protección y prevención para mujeres niñas, ya sea en contextos estables de recursos limitados, contextos humanitarios o en situación de conflicto. Las medidas específicas para mejorar la seguridad de las mujeres incluyen:
- Llevar a cabo patrullajes específicos para proporcionar protección física preventiva en lugares y horarios en los cuales las mujeres y las niñas están en riesgo. Ejemplos de patrullaje para proporcionar protección física preventiva son:
- Patrullajes de rutas de leña/agua: Personal de seguridad armado/no armado que acompaña a las mujeres y niñas cuando recogen leña o agua fuera del perímetro del campamento/comunidad para anticipar y disuadir riesgos predecibles, tales como violación al recoger leña. Las lecciones principales incluyen:
- La movilidad/velocidad de las patrullas es crucial para dar respuesta rápida a la agresión sexual y también puede tener un efecto disuasivo.
- Las patrullas son bien recibidas cuando están lo suficientemente cerca en el área para discernir posibles amenazas, pero no tan cerca como para impedir que las mujeres desarrollen sus rutinas normalmente, y cuando las comunidades han recibido aviso con antelación así como en el mismo día del patrullaje.
- Es importante manejar las expectativas de la comunidad, ya que las patrullas pueden ser canceladas debido a la escasez de tropas o brechas entre la partida de un contingente de la estación de destino y operatividad de su remplazo.
- Se debe prestar atención para que las patrullas, en su esfuerzo por prevenir o neutralizar la violencia armada, no la desplacen simplemente.
- Las patrullas en las rutas de leña/agua son especialmente eficaces cuando se construye confianza entre los participantes y los patrulleros a través de “comités de patrullaje de rutas de leña/agua” que acuerdan el horario, la frecuencia, la selección de la ruta, la distancia y como se efectuara el patrullaje.
- Patrullaje en las áreas de mercado/rutas de comercio: el personal de seguridad armado / no armado acompaña a las mujeres camino al Mercado o de regreso y a lo largo de las rutas de comercio, y garantiza la seguridad de las áreas de Mercado. Las principales lecciones incluyen:
- Además de ayudar a prevenir la violencia contra las mujeres, estas patrullas pueden mejorar el comercio y contribuir al desarrollo económico.
- La rehabilitación del transporte permite que las mujeres viajen con los niños y niñas en lugar de dejarlos solos.
- Si se cierran las entradas del mercado antes de la salida del sol y se patrulla el área durante las horas de comercio, se asegura una zona “libre de armas” y facilita la actividad económica de las mujeres.
- Patrullaje a pie en rutas/predios escolares: Personal de seguridad armado / desarmado en las rutas y predios escolares y/o escolta para las mujeres y niñas en la escuela, o su predio, para garantizar su seguridad. En caso que sea relevante, también se puede incluir concienciación sobre el riesgo de minas para mujeres/niñas, lo cual ayuda a mejorar la seguridad física en relación al acceso a los predios.
- Patrullas nocturnas: personal de seguridad armado/ no armado patrullan el perímetro la comunidad (o campamento) y zonas de riesgo. Las patrullas nocturnas tienen un elemento de sorpresa que mantiene a raya a posibles perpetradores. Una presencia visible también puede proporcionar un punto de congregación para civiles en riesgo. Las patrullas nocturnas también pueden incluir focos y postes de luz, y luces de bengala para aumentar la visibilidad de las zonas en riesgo.
- Patrullas fronterizas: Personal de seguridad patrulla los pasos fronterizos para detectar señales de tráfico de personas. La seguridad en los pasos fronterizos ayuda a proteger a las poblaciones desarraigadas (la mayoría mujeres, niñas y niños) y monitorear el movimiento de armas, tropas y recursos, incluida la trata de mujeres y niñas a través de la frontera con fines de esclavitud sexual y prostitución forzada.
- Patrullajes de rutas de leña/agua: Personal de seguridad armado/no armado que acompaña a las mujeres y niñas cuando recogen leña o agua fuera del perímetro del campamento/comunidad para anticipar y disuadir riesgos predecibles, tales como violación al recoger leña. Las lecciones principales incluyen:
- Establecer zonas humanitarias seguras/desmilitarizadas patrulladas por personal uniformado para dar a las mujeres y niñas seguridad temporaria durante un período de riesgo agudizado. Estas son particularmente relevantes en situaciones de conflicto, a continuación de un desastre natural, durante caos político u otros contextos humanitarios, y en áreas de altas tasas de violencia donde fijar zonas seguras puede responder a situaciones en las que la inseguridad ha provocado desplazamientos súbitos.
- Establecer bases temporarias/móviles de operación, donde el personal de seguridad efectúa extensos patrullajes en áreas donde no hay presencia permanente del ejército o la policía. Tales patrullajes son útiles en contextos humanitarios afectados por el conflicto y en contextos más estables, también pueden ser desplegados periódicamente, por ejemplo en momentos en que aumenta la tensión y que la violencia contra las mujeres puede aumentar rápidamente.
- Establecer mecanismos de coordinación entre la policía/ ejército y proveedores de seguridad: En muchos casos, especialmente donde la policía tiene poca capacidad o donde son las fuerzas de seguridad las que perpetran la violencia, ya existen estructuras informales de seguridad (por ej. vigilantes civiles independientes, grupos vecinales de vigilancia) para proporcionar protección a los miembros de la comunidad. Es importante que los grupos legítimos sean reconocidos y se los aliente a trabajar para prevenir la violencia contra mujeres y niñas. Igualmente, se deben establecer mecanismos de coordinación y protocolo entre esos grupos y la policía o el ejército local y ofrecer una respuesta eficaz a los incidentes de violencia. Los mecanismos de coordinación pueden incluir:
- Colaboración policial-militar para asegurar que los roles y las responsabilidades sean claros.
- Sistemas de alarma, advertencia, o líneas telefónicas de emergencia en la comunidad para alertar a la policía lo más rápidamente posible sobre los incidentes y posibles riesgos (por ej. presencia de grupos rebeldes en el área, aumento de las denuncias de acoso a las mujeres).
- Patrullas conjuntas policial-civiles o responsabilidades de patrullaje compartido dependiendo de la hora o el día de la semana, que pueden mejorar la confianza de la comunidad. Puede ser especialmente importante para las mujeres policía o mujeres locales acompañar tales patrullas para que sean menos intimidantes.
(Adaptado de: UNIFEM. 2010. ‘Addressing conflict-related sexual violence: An analytical inventory of peacekeeping practice’, UNIFEM. Nueva York).
Ejemplo: “Sungu-Sungu” vigilancia comunitaria (Tanzania)
En Dar es Salaam, los grupos de vigilancia basados en la comunidad, ‘sungu-sungu”, generan nuevas oportunidades de empleo para los habitantes en diferentes barrios y fortalecen la colaboración entre distintos sectores de la sociedad (comerciantes, jóvenes, residentes), bajo la dirección del gobierno local y en colaboración con la policía. Algunos residentes y comercios locales pagan una pequeña suma mensual para financiar a los guardias locales. Otros grupos sungu-sungu los componen los propios residentes que dedican algo de su tiempo a trabajar dentro del grupo. Los grupos sungu-sungu promueven iniciativas de la comunidad y la colaboración para mejorar la seguridad y abordar las causas del delito con el fin de prevenir la violencia en sus comunidades (pagina web de Raising Voices; pagina web de ciudades seguras de ONU Hábitat).