Un punto de partida importante son los Principios básicos de la ONU relativos a la independencia de la judicatura. Adoptados en 1985, los Principios conciben a los jueces con plena autoridad para actuar libre de presiones y amenazas, pagos y equipados de forma adecuada para realizar sus tareas. Los estándares ofrecen modelos para legisladores, a quienes se los alienta para que los redacten en sus constituciones nacionales y los promulguen como leyes. Muchos países han adoptado a los Principios formalmente y presentan informes periódicos a las Naciones Unidas sobre sus progresos y problemas, a veces en busca de ayuda para la educación jurídica o el seguimiento de procedimientos. Los defensores de la reforma pueden involucrar a la Relatora Especial de la ONU sobre la Independencia de los Magistrados y Abogados a efectos de ofrecer aportes y asistencia técnica a los procesos de reforma.
Las medidas claves para mejorar la independencia judicial incluyen:
- Reformar las leyes que debilitan la independencia judicial.
- Dotar al sistema judicial de fondos adecuados y sostenibles, que incluyan salarios adecuados para evitar sobornos. Los niveles de salarios para los nuevos jueces deben satisfacer los estándares de salario digno y deben aumentar con la antigüedad.
- Estandarizar el proceso y la permanencia en los cargos de designación judicial. Conforme a los Principios Básicos de la ONU, las personas seleccionadas para cargos judiciales deben ser personas íntegras y capaces, que cuenten con la capacitación adecuada o título en derecho. Cualquier método de selección judicial debe proteger contra designaciones judiciales por motivos inapropiados. En la selección de jueces, no debe existir discriminación alguna contra una persona por motivos de raza, color, sexo, religión, opinión política o de otro tipo, origen nacional o social, bienes, nacimiento o condición, salvo en el caso de que la condición de tener ciudadanía del país en cuestión sea requisito para la candidatura a un puesto judicial, en cuyo caso no será considerado discriminatorio.
- Apoyar la creación de consejos judiciales para designar y ascender jueces.
- Capacitar a la judicatura en técnicas de liderazgo y temas de acceso a la justicia de modo que puedan acoger la idea de ser visibles y activos en el servicio a la comunidad. La mayoría de los códigos de ética judicial alientan a los jueces para que se involucren activamente en sus comunidades.
- Promover estándares en el ascenso y transferencia de jueces: Por ejemplo, los Principios Básicos de la ONU indican que:
- La duración del cargo de los jueces, su independencia, seguridad, remuneración adecuada, condiciones del servicio, pensiones y edad de jubilación deberán estar aseguradas de forma adecuada por la ley.
- Los jueces, ya sean designados o electos, tendrán la permanencia en el cargo garantizada hasta la edad de jubilación obligatoria o vencimiento de la duración del cargo, en donde exista tal posibilidad.
- El ascenso de los jueces, dondequiera que tal sistema exista, debe estar basado en factores objetivos, en especial la capacidad, integridad y experiencia.
Las Naciones Unidas también ha promulgado los Principios Básicos sobre la Función de los Abogados y Directrices sobre la Función de los Fiscales. A semejanza de los estándares sobre la independencia de los jueces, estas directrices de la ONU esbozan las buenas prácticas para mejorar la credibilidad de la profesión legal y el sistema judicial.